En varios países de nuestra región latinoamericana se confrontan todavía muy serios problemas en materia de implementar y sostener adecuados sistemas de salud pública, debido a que algunas condiciones socio políticas, obligan a ciertos gobernantes a utilizar los recursos públicos en el mantenimiento de esquemas partidarios, antes que en el cuidado de la salud pública. Hay varios ejemplos en Centroamérica, contados en Sudamérica y una cantidad inmensa en latitudes del otro lado del mundo, caso de Africa.
Pero más allá de exponer comparaciones inútiles, lo que debe rescatarse es que también hay países, vecinos algunos, en que los programas de gobierno, se inician en el uso prioritario de sus presupuestos con destino a la salud en general, eso quiere decir que por un lado se disponen recursos y por otro se exige el cumplimiento de metas altamente profesionales, para atender los servicios de salud.
La salud de la población debe mantenerse en óptimas condiciones, de eso depende el cumplimiento de metas sociales y bienestar colectivo, estimándose que a mejor salud, mejores posibilidades de educación y por este efecto multiplicador, mayores opciones de cumplir metas de crecimiento productivo. Gente sana es más activa e implica menos gasto en servicios de emergencia.
Un hecho que realmente ocupó el criterio popular, fue el comentario y análisis a la revelación presidencial de un desconocimiento del estado de la salud en el país. No haber recibido ningún consejo apropiado en su tiempo a la situación de la salud pública puede ser un descuido de las autoridades sectoriales, pero ignorar casi globalmente del problema, es ya un hecho preocupante por el tiempo que ha transcurrido sin que se hubiera atendido al sector, más de diez años.
¿Qué ha estado sucediendo con el funcionamiento del sistema hospitalario? La respuesta es clara, no ha recibido la cantidad de recursos para su adecuado funcionamiento, de ahí las deficiencias en su implementación de equipos o medicamentos, falta de médicos, deficiente infraestructura y una inmensa cantidad de ciudadanos agobiados por diferentes males, sin encontrar soluciones claras a sus problemas, pues lo que todavía ocurre es que, en el sistema se alivian los dolores, pero no se curan las enfermedades.
Entonces la pregunta generalizada es? ¿Para qué sirve el sistema de salud, si solo alivia algunos males y no cura los más graves? El tema es realmente complejo, más aún cuando se habla de una intención de imponer un Sistema ?nico de Salud (SUS), sabiendo que no hay condiciones propicias para tal implementación a la que falta básicamente la suficiente infraestructura que está en proyectos y todavía lejos de convertirse en centros médicos de alto rendimiento.
Lo que está ocurriendo en la actualidad es altamente preocupante, cuando en algunos servicios médicos del seguro social, se disponen tratamientos especiales que increíblemente son programados hasta con 15 a 20 días próximos, por la falta de médicos, de consultorios y de equipos. Es un ejemplo generalizado de los servicios de la salud, que antes de convertirse en "sistemas únicos", tendrían que ser adecuadamente implementados, para no incurrir en un doble daño a la salud ciudadana, cuando se agudicen los males y falten más médicos y remedios.
Si la salud es prioridad en otras sociedades, vale la pena tomar esos ejemplos, puesto que una colectividad sana, es parte de una nación productiva y segura. Por lo mismo una prioridad inexcusable.
Fuente: LA PATRIA
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