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Domingo 11 de noviembre de 2018

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Revista Dominical

Allende y un general golpista

11 nov 2018

Por: Gainsborough Cutipa López

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La caída del Dr. Salvador Allende Gossens, presidente de Chile, fue producto de una conjura fascista preparada y financiada por la administración del entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su íntimo entorno en el que sobresalen Henry Kissinger, secretario de Seguridad Nacional; Richard Helms, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA); Henry Hecksher, jefe de la CIA - Base Santiago de Chile, y un ejército de sicarios, internos y externos, reclutados para el cuartelazo golpista. El furor del Sr. Nixon sobrevino después que el Congreso de Chile en su sesión del 4 de septiembre de 1970, eligiera al Dr. Allende, presidente Constitucional de su país y jura a esta alta investidura el 3 de noviembre de 1970. Ya con anterioridad y precisamente para evitar esta elección congresal la Central Intelligence Agency (CIA), pone en marcha el plan bautizado como "Truck One" que no es otra cosa que la pulsión golpista, con énfasis en la instrumentalización punitiva de contenido esencialmente militar.

Así definidas las maniobras de esta suerte de "Task Force" (Fuerza expedicionaria), un encolerizado Nixon y un apoplético Kissinger ordenan al director de la CIA, Richard Helms, enviar a Henry Hecksher, director de la CIA - Base Santiago de Chile este fulgurante cable: "Contact the military and let them know USG wants a military solution creat at least some sort of coup climate... sponsor a military move! (Póngase en contacto con los militares y hágales saber que el Gobierno de los Estados Unidos exige una solución militar... creen al menos alguna suerte de clima golpista... patrocinen un movimiento militar) (1).

En estos casos, fuera del contenido de una orden, sobresalen imposiciones de dominio que responden a la superioridad geopolítica de Estados Unidos, sobre los pueblos latinoamericanos que ostentan el "status" de meros "protectorados".

Para tener una idea de los siniestros propósitos que manejaban los hilos del "clima fascista" contra el Dr. Allende, la postura hormonal del presidente se oponía apasionadamente a la emergencia de otro régimen castrista en el hemisferio") (2).

Pero no obstante la dotación de armas, influencia política de testaferros, magnates de la minería del cobre, industriales, empresarios, el flujo de millones de dólares y hasta la injerencia de la misma jerarquía católica de Chile, no se pudo encontrar al hombre indicado para ejecutar el golpe fascista.

Esta tardanza que se prolongaba por tres años incomodaba a la Administración Nixon, y lo mismo los cuadros castrenses se debatían en esta suerte de callejón sin salida.

Precisamente para despejar el ambiente tóxico de la coyuntura, este pasaje expresa con elocuencia la desesperación de los conjurados: "On the evening of October 16, one of Valenzuela´s officer aproached the CIA looking for money and guidance... the officer said: "What we need is a general with balls". ("En la noche de Octubre 16, un oficial de Valenzuela se acercó a las dependencias de la CIA requiriendo dinero y orientación... el oficial dijo: "Lo que nosotros necesitamos es un general de cojones (golpista)") (3). Esta cita se refiere al General Camilo Valenzuela, jefe de una guarnición militar con asiento en Santiago, pero se sentía impotente para encabezar el golpe.

Tuvieron que pasar tres años para que los conjurados encontraran al fin a ese "General golpista", quien resultó ser el General Augusto Pinochet.

De inmediato se puso en marcha el Plan mortífero "Truck Two" que diseñó la CIA y sumió en un espantoso baño de sangre al inerme pueblo chileno de la mano de hierro del General Pinochet.

Llegó el fatídico día del 11 de septiembre de 1973 para que el Dr. Salvador Allende Gossens cayera muerto al empuje de la fuerza bruta de las bayonetas.

La descripción de esta hecatombe de 45 años atrás es muy conmovedora cuando dice: "Pinochet reigned with cruelty, murdering more than 3.200 people, jailing and torturing tens of thousands in the represión called the "Caravan of Death" (Pinochet dominó con crueldad, asesinando a más de 3.200 ciudadanos, encarcelando y torturando a decenas de miles en la represión denominada la "Caravana de la muerte" (4).

Abordando estos acontecimientos desde nuestra perspectiva geopolítica Latinoamérica, diremos que, si actualmente ya no precisamos "Generales de cojones" para la conducción de nuestro destino, pero en cambio tenemos políticos que se prestan al juego de la Casa Blanca y de la CIA y además dicen defender la democracia y la libertad; pero en los hechos son fichas conflictivas, maniqueos con tendencias liberales ultra conservadoras y aspiraciones atávicas.

Precisamente por no haberse sometido a las reglas del sistema y ser contestatarios están en la mira de los Planes "Truck One y Truck Two", los pueblos de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y muchos otros que siguen ´´coqueteando con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda".

Así con estos términos ha celebrado el capitán Jair Bolsonaro su triunfo a la presidencia de Brasil. Naturalmente han aplaudido nuestros políticos cipayos este morboso mensaje (5).

(1) Tim Weiner; "Lagacy of Ashes",

pg. 360 ("Legado de Cenizas")

(2) Henry Kissinger: "Years of Renewal"

pg. 312 ("Años de Renovación")

(3) Tim Weiner, Ibidem pg. 361.

(4) Tim Weiner, Ibidem pg. 365.

(5) Periódico "La Razón",

La Paz 29 de Octubre de 2018, pg. 2

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