Millonaria deuda a Oruro por concepto de regalías

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Casi a fines del mes pasado de septiembre, la publicación de un interesante "análisis económico" mostraba un hecho histórico que constituye conocer el monto de la deuda histórica del Estado con el departamento de Oruro por concepto de regalías mineras, las que durante muchos años no se pagaron directamente al distrito, sino que se utilizaron para financiar proyectos de desarrollo e integración nacional, especialmente en la zona oriental.

El trabajo corresponde al docente investigador de la Facultad de Ciencias Financieras y Administrativas de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal Martínez, correspondiendo el monto total de tal deuda a la cifra de Bs. 12.718.152.280 (doce mil setecientos diez y ocho millones, ciento cincuenta y dos mil, doscientos ochenta bolivianos). La cifra traducida en dólares implica un monto de 1.827.320.730 (mil ochocientos veintisiete millones, trescientos veinte mil, setecientos treinta dólares). Realmente una cifra millonaria que tendría un efecto reactivador si se alcanzara su recuperación.

El autor del estudio sugiere además que se pueda tramitar o plantear al Poder Central, añadir en el Pacto Fiscal la devolución de esos recursos que aportó Oruro durante varios años y que pueda efectivizarse creando "una bolsa de compensación anual u otra alternativa parecida".

Algo que no se puede obviar y que está en el registro histórico de aportes al Tesoro General de la Nación, por concepto de un tributo especial que se pagaba indefectiblemente cada mes y cuya aplicación data del año 1900, que sirvió como base para el estudio matemático único que perfila la estimación de una deuda que puede ser recuperada, considerando que los montos fueron utilizados y no repuestos como debió corresponder en su tiempo y en las necesidades que, en este caso Oruro requería para encarar su desarrollo directamente minero.

Si de regalías se trata y más aún de la recuperación de fondos que otrora se descontaban directamente de la cuenta departamental y se los asignaba a otros proyectos, sin cuestionar aquello, vale la pena empero intentar algo que en justicia le corresponde a Oruro y que, en el tiempo presente, tendría un efecto benéfico, como el que sintió otra región del país al saber y observar que recursos de la minería de occidente, servían para integrar con vías camineras al oriente.

Soñar no cuesta nada, dirán algunas autoridades y posiblemente ciertos dirigentes sin embargo todo es posible, si hay voluntad y entereza para reclamar algo que en justicia y equidad le corresponde al departamento de Oruro, sus regalías mineras.