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Miercoles 07 de noviembre de 2018

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Suplemento Policial

El ciclo de la violencia intrafamiliar, cómo prevenirla

07 nov 2018

Por: Cnl. Desp. Juan Luis Cuevas Guagama - Vocal Permanente del Tribunal Disciplinario Superior de la Policía Boliviana

Cuando se inician las relaciones de pareja, es muy difícil que se generen episodios de violencia; durante este periodo se muestra un comportamiento positivo; sin embargo, conforme el tiempo avanza uno de los miembros puede cambiar su forma de ser.

A medida que pasa el devenir de los días, las relaciones se pueden ir desarrollando de manera violenta. Este ciclo de violencia está constituido por tres etapas en donde las interacciones violentas dentro de la pareja están vinculadas con un incremento de la tensión en las relaciones de poder establecidas, y allí es cuando emerge la violencia física.

La dinámica de la violencia intrafamiliar es como un ciclo, que pasa por tres fases:

ETAPA 1. ACUMULACIÃ?N DE TENSIÃ?N

Aquí se dan pequeños episodios que llevan a roces permanentes entre los miembros de una pareja, con un incremento constante de ansiedad, hostilidad y estrés. Esta fase puede durar años, por eso, si la víctima busca ayuda se puede prevenir la irrupción de la fase aguda o de violencia propiamente dicha.

Aumenta el comportamiento agresivo, habitualmente más hacia objetos que hacia la pareja, como dar portazos, arrojar o romper cosas. La otra persona intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia. Por ejemplo, mantener la casa cada vez más limpia, mantener a los niños en silencio, etc.

En la mayoría de los casos, la mujer comienza a sentirse responsable por el abuso.

El violento que por lo general es el varón, se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede, el tiempo y comportamiento de la mujer, cómo se viste, a dónde va o con quién está.

ETAPA 2. EPISODIO AGUDO DE VIOLENCIA

Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas.

El agresor hace una elección acerca de su maltrato. Decide tiempo y lugar para el episodio, además está consciente de qué parte del cuerpo golpeará y cómo lo va a hacer.

Como resultado, la tensión y el estrés desaparecen en el abusador. Si hay intervención policial él se muestra relajado; en tanto que la mujer aparece confundida debido a la violencia padecida.

Esta es la etapa en donde la mujer, frente al golpe, lleva a cabo la denuncia judicial. La violencia física se convierte en un detonador y es por eso que intenta poner fin a esta crisis.

ETAPA 3. ETAPA DE ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL

Finalmente, se produce el arrepentimiento por parte del golpeador. La mujer lo perdona y vuelve a creer en su pareja debido a su escasa capacidad de poner en palabras lo que siente y piensa. En esta fase, él demuestra su arrepentimiento y suele hacerle regalos para que ella vea que es el hombre del cual se enamoró. Frente a tal comportamiento, la mujer deja sin efecto la denuncia. Se caracteriza por un período de tranquilidad, de muestras de amor y cariño.

En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen buscar ayuda y/o no volver a hacerlo.

Si la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una escalada y su severidad aumente. A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su estrés, durará poco.

Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez.

En las fases anteriormente mencionadas se puede ver que no hay una violencia física, sin una previa y paralela violencia psicológica. Cuando el hombre le pide perdón, la mujer vuelve a confiar en él y deja sin efecto la exposición realizada en el juzgado. �ste es el momento en donde esta situación se transforma en algo habitual y se naturaliza.

Por eso es muy importante detectar las señales de ayuda, o los indicios que uno como amigo o familiar de una víctima puede detectar. Separarse de su círculo íntimo, dejar de trabajar, aislarse socialmente, volverse más tímida, negar o justificar la violencia son algunas de las actitudes que poco a poco formarán parte de su conducta y personalidad.

Se debe frenar la violencia intrafamiliar buscando ayuda en familiares, o instituciones conocedoras del tema en cualquiera de las etapas, de preferencia en la primera: Acuda a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen a poner la denuncia respectiva, o acuda a una organización que se dedique a defender los derechos de la mujer. Recuerda que la Policía Boliviana a través de la FELCV, está a tu disposición para colaborarte.

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