Martes 06 de noviembre de 2018
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Una cosa lleva a la otra, con la diferencia que en nuestro paÃs no siempre se valora la secuencia de hechos y tampoco se valorizan ciertas condiciones que permitan enfrentar situaciones de alta diplomacia, en función de los intereses nacionales y no precisamente aquellos relacionados con apoyos "a causas perdidas", como refiere un destacado diplomático del paÃs.
De momento las relaciones con Chile han bajado mucho más de temperatura luego del fallo de la CIJ y aunque no pareciera también hay algunos grados menos en los vÃnculos con el vecino Perú, amén de la circunstancia especial con "amigos" a los que nuestro Presidente apoya frenéticamente, pero que con el caso de la CIJ, prefirieron mantener un silencio comprometido, asà de simple, eso nos muestra que la supuesta amistad entre Estados, a la hora de pesar valores en la balanza diplomática, más vale obviar comentarios y disminuir percepciones audiovisualesÂ?ni ver, ni oÃr, menos hablar, algo que deberÃan practicar nuestros altos funcionarios de Estado, responsables de la polÃtica diplomática.
No hacen muchos dÃas atrás, nuestro Presidente estuvo en el Puerto de Ilo y pasó revista a ciertos acuerdos de inversión en el puerto peruano, donde justamente llegaban más de once mil toneladas de carga con destino a nuestro paÃs, se trataba de una tercera operación que se cumplió en ese puerto y que despertó ciertas esperanzas en sectores del comercio y la industria nacional. Nuestro Presidente solo fue recibido por funcionarios operativos de la cancillerÃa peruana.
Pero a propósito del hecho y el caso especÃfico de Ilo, hay que recordar que en 1992, los mandatarios de entonces, Jaime Paz de Bolivia y Alberto Fujimori del Perú firmaron un convenio que permitirÃa a Bolivia desarrollar un proyecto que fue denominado "Bolivia Mar" y que significaba la entrega en comodato por un tiempo de 99 años, una determinada extensión en puerto Ilo para uso boliviano, en tanto que de manera recÃproca Bolivia cedÃa al Perú acceso a Puerto Busch, ésta última parte constituye una revelación reciente. Lo cierto es que la cesión peruana no prosperó hasta la fecha, pues se fue postergando indefinidamente y en varios gobiernos, la aprobación del Congreso peruano del protocolo respectivo, de ahà que Bolivia Mar, es parte de un ciclo de entusiasmo solidario que no prosperó.
Fuente: LA PATRIA