De lo que se trata es de apoyar los sistemas de salud en el país, de modo que los mismos solucionen los problemas que confronta la población y que no sigan siendo meros paliativos que "calman dolores pero no sanan los males".
Desde que el Primer Mandatario admitió públicamente que "desconocía el drama de la salud en el país y las graves deficiencias por las que atraviesa el sistema público del ramo con carencia de adecuada infraestructura, deficiencia en la implementación de equipo e instrumental, además con marcado déficit de personal profesional y muy pocos especialistas", ha comenzado a moverse planes de emergencia, como la disposición de presupuestos extraordinarios para construir más hospitales y dotar a los mismos de los insumos necesarios, de suerte que los pacientes tengan más alivio del que regularmente logran en el estado actual del sistema.
Como se quiere dar a la situación una figura de extrema responsabilidad para mejorar los niveles generales de atención médica, se ha dispuesto realizar en cada distrito "cumbres de salud", organizadas por autoridades sectoriales del gobierno, las que se han cumplido en parte, pero con notoria ausencia de los profesionales en salud y una marcada concurrencia de representantes de los movimientos sociales para exponer sus necesidades y apoyar planes oficiales.
Por el otro lado, con poco espacio entre los eventos citados, los organismos agremiados de médicos a través de sus organismos profesionales también han realizado eventos de "análisis y debate sobre materia de salud pública" reiterando su posición de exigir al Gobierno mejores condiciones financieras para encarar cualquier cambio en los sistemas de salud.
Si hay algo rescatable en las "cumbres oficiales", es que se admiten las graves falencias en el sostenimiento económicos de los centros médicos a cargo de las alcaldías y gobernaciones, lo que dio pie a la necesidad de considerar "la modificación de la Constitución, para que la administración del sistema de salud, retorne al gobierno" aunque de manera general, para reemplazar la pésima administración que actualmente es parte del drama que confronta la comunidad.
Por su parte, el sector de los médicos analizando el sistema, ratifica que cualquier solución deberá partir de un incremento firme y aprobado en los presupuestos nacionales de un 5 al 15 por ciento, para el sistema operativo de salud, con fondos del Tesoro General de la Nación (TGN), debiendo aparte destinarse recursos en partidas especiales para la atención de enfermos de cáncer, diabetes y atención especial para el sector de jubilados que diariamente necesitan mejor atención en los centros de salud. Se descarta que aprovechando el "entusiasmo presidencial" y más allá de programas electoralistas, se cumpla con la oferta de financiar la construcción de más hospitales, pero al mismo tiempo cubrir las urgentes tareas de refaccionar la infraestructura de centros en actividad y equiparlos como corresponde para la atención de enfermedades prevalentes.
El sector profesional de los médicos, además de representantes de diversas organizaciones del sector colectivo social, coinciden en señalar que la idea de implementar a partir de enero 2019 el Seguro Universal de Salud, es un proyecto inviable, que carece de sustento técnico y también financiero", pero que se utilizará como producto electoralista.
Se considera que el tema de la salud de manera general en el país, sea objeto de un análisis sectorializado pero basado en la realidad del sistema, la salud púbica, la que administra el seguro social, e incluso el sector privado. Mientras tanto cualquier experimento puede empeorar el mal de la salud nacional.
Fuente: LA PATRIA
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