Warning: inet_pton(): Unrecognized address in /home/lapatri2/public_html/wp-content/plugins/wordfence/vendor/wordfence/wf-waf/src/lib/utils.php on line 28

Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8
Muerte, juicio, infierno y cielo - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Loading...
Invitado


Martes 30 de octubre de 2018

Portada Principal
Martes 30 de octubre de 2018
ver hoy
Bolsonaro y Piñera hablan de un corredor bioceánico que excluye a Bolivia
Pág 1 
Padres del "Sucre" intentaron impedir que "Mariano Baptista" pase clases en su edificio
Pág 1 
Ãrboles de la plaza principal y "Castro y Padilla" cumplen 100 años
Pág 1 
Evo propone que profesores trabajen ocho horas, éstos dicen que es "inviable"
Pág 1 
Con la edición de hoy exija el suplemento Pasatiempos
Pág 1 
Desconocieron a Mendizábal
Posesionan a Johnny Padilla como presidente interino de la Fedjuve
Pág 2 
Con base en historiales clínicos
"Manual de Odontopediatría" identifica siete grupos para atención a niños
Pág 2 
Seguridad Ciudadana apunta a controles rigurosos en centros de hospedaje
Pág 2 
Estudiantes instan a la población a vivir en equidad y sin violencia
Pág 2 
Proyecto de ley para que Comibol transfiera terrenos a la CNS ya está concluido
Pág 2 
Cooperativas de La Joya se movilizaron contra el amparo administrativo de la AJAM
Pág 2 
Empresarios exigen acción efectiva de autoridades
Aseguran que la vía Oruro-Confital es vital para tener el primer corredor bioceánico
Pág 3 
Por festividad de Todos Santos
Tráfico y Vialidad anuncia cortes de rutas en inmediaciones del cementerio
Pág 3 
Sistema universitario aplicará un modelo mixto por objetivos y competencias
Pág 3 
Rumbo a la Caravana del Orgullo de ser Orureño
Hoy concluye inscripción a concurso estudiantil
Pág 3 
Inscripciones para titulación de la UTO por diplomado fenece el 9 de noviembre
Pág 3 
Con miras a las elecciones primarias
Medios que no estén registrados en el TEDO no podrán difundir propaganda electoral
Pág 3 
Editorial
Calculando la fuerza femenina
Pág 4 
Picadas
Pág 4 
Muerte, juicio, infierno y cielo
Pág 4 
La dictadura perfecta
Pág 4 
FOCUS
Exhumación de los restos de Franco: sal en la herida
Pág 4 
Cocarico no se querelló contra su hermano pese a conocer denuncia penal el 2017
Pág 5 
Magistratura inicia una acción de fiscalización a la juez que retuvo a una periodista
Pág 5 
Revilla se reúne con Costas en busca de articular un frente contra el MAS
Pág 5 
Morales reconoce el triunfo a la presidencia de Brasil del ultraderechista Jair Bolsonaro
Pág 5 
Mesa "no se dio cuenta" que sí tiene cuenta bancaria en el exterior, según UIF
Pág 5 
Paz Zamora quiere "borrar" la Constitución impulsada por Evo Morales
Pág 5 
El MAS sancionará ley que cubrirá acefalías y el TSE elegirá su directiva
Pág 5 
Murillo a Montaño: "Debería limitarse a estar callada y cumplir sus labores"
Pág 6 
Los defensores de los DDHH revisan su estrategia para evitar nuevos ataques
Pág 6 
Miles de venezolanos llegan a Perú antes que venza plazo para permiso especial
Pág 6 
Senador Zabala espera que Bolsonaro haga patria en Latinoamérica y no destruya gobiernos
Pág 6 
Festival Alalao iniciará presentaciones de obras
Pág 7 
Graciela Méndez Magne agradece a Aiquile cantando
Pág 7 
La Gobernación de Oruro recupera las tradiciones de Todos Santos
Pág 7 
Museo de América de Madrid muestra el mundo femenino de la América virreinal
Pág 7 
Saúl Rivera expone en el salón "Gildaro Antezana" en Cochabamba
Pág 7 
"Pecados capitales" es la nueva propuesta de Edgar Sandoval
Pág 7 
Finaliza auditoría al caso Alexander y Magistratura analiza medidas
Pág 8 
Ronald Nostas pide respetar elecciones de Brasil y pensar con visión de desarrollo
Pág 8 
Indígenas aseguran que gobiernos han entregado la Amazonía al capital transnacional
Pág 8 
Emapa ratifica vigencia de acuerdo con panificadores que garantiza precio del pan
Pág 8 
Editorial y opiniones

Muerte, juicio, infierno y cielo

30 oct 2018

Germán Mazuelo-Leytón

En los Libros Santos, se llaman «novísimos o postrimerías del hombre», a las cosas postreras que acaecerán al hombre, y son cuatro: muerte, juicio, infierno y gloria.

Los novísimos se llaman postrimerías del hombre, porque la muerte es la cosa postrera que sucede al hombre en este mundo; el Juicio de Dios es el último de los juicios que hemos de sufrir; el infierno es el mal extremo que tendrán los malos, y la gloria, el sumo bien que poseerán los buenos.

Debemos vivir en esta vida, orientados a la otra, a la eterna, que es realmente la definitiva. En la muerte se separa el alma del cuerpo, el cuerpo va a la sepultura y allí se convierte en polvo, el alma en cambio, constitutivo esencial de la persona, sigue viviendo, en el mismo instante de la muerte Dios nos juzga: «cada uno será juzgado según sus obras» (Mt 16, 27).

Dice San Juan «Los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida y los que hayan hecho el mal para la condenación» (Jn 5, 29).

El miedo a hablar de la muerte, es un miedo impuesto por esta sociedad. Una vez rota la conjuración del silencio, los que están muriéndose experimentan un inmenso consuelo. Si todos desde que éramos jóvenes y sanos, alcanzáramos el estadio de la aceptación de nuestra inevitable muerte, no sólo será fácil y más humano el tránsito, sino que viviríamos una vida más rica, tendríamos a mano valores más auténticos, y sabríamos verdaderamente qué es la alegría de vivir.

Claro que no todos pueden recibir a la muerte cual Francisco de Asís, como a una hermana deliciosa que venía a buscarle en nombre del Dios que le quería recompensar en ese momento todos los buenos instantes de su vida. Exclamó: «Bendita seas nuestra hermana la muerte corporal». Hay que ser un santo de su talla para recibirle con esa cortesía, pero sí se puede educar uno, a esperar recibir la muerte como una liberación de las miserias y sufrimientos de esta vida mortal.

Hay dos maneras de contemplar a la muerte: la de un criminal que nos quiere arrebatar todo cuanto de queridos tenemos en este mundo, o la figura de un amistoso encuentro con Dios, que dará el premio merecido a quien se ha preocupado de vivir la Palabra divina.

Claro que tienen que temer a la muerte con razón, quienes se han alejado de Dios, porque la muerte no sería para ellos sino el volquete que los arrojara al fuego eterno.

La existencia del infierno eterno es dogma de fe católica. «Siguiendo las enseñanzas de Cristo, la Iglesia advierte a los fieles de la triste y lamentable realidad de la muerte eterna, llamada también infierno» (Catecismo, n° 1056).

Jesús anuncia en términos graves que enviará sus ángeles que recogerán a todos los autores de la iniquidad y los arrojarán al horno hirviendo, y que pronunciará la condenación: «Id malditos al fuego eterno, alejaos de Mi» (Mt 25, 41).

El infierno es la suma de todos los males sin mezcla de bien alguno, pues significa la pérdida y privación total de Dios, y, por tanto, de todo lo bueno, bello y verdadero. En el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica se afirma que en el infierno existen dos clases de penas para los condenados: la pena de sentido y la pena de daño.

Se llama pena de sentido «porque el principal sufrimiento que de ella se deriva proviene de cosas materiales o sensibles. Afecta, ya desde ahora, a las almas de los condenados, y, a partir de la resurrección universal, afectará también a sus cuerpos» (Royo, P. Antonio. Teología de la salvación). Todas las facultades tendrán en el infierno su castigo especial.

La pena de daño «consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira» (Catecismo, n° 1035).

Una angustia terrible, una especie de desesperación suprema que tortura al condenado. Al ver que por su culpa perdió el cielo, no gozará de Dios y se ha condenado para siempre. El infierno es el fracaso definitivo del hombre.

Conviene pensar todos los días en nuestras postrimerías, y sobre todo en la oración de la mañana al despertarnos, a la noche antes de acostarnos, y siempre que nos sintiéremos tentados, porque este pensamiento es eficacísimo para hacernos huir del pecado.

El Cielo no se regala a nadie, se merece. La Biblia destila estas cuatro condiciones inevitables: primera: el Cielo hay que ganarlo, Dios es infinitamente bueno y justo, y la regla que ha establecido respecto a la gloria eterna es: un merecerla por el hombre o perderla.

Segunda: el juicio será justo, Dios no juzga como los hombres, según las cualidades naturales ni al linaje ni al rango, sino sólo al mérito, según sus obras, incluso las oraciones serán insuficientes si no van acompañadas de una vida virtuosa.

Tercera condición: el premio según la medida del mérito en la Tierra. Cuantos méritos mediocres son antepuestos a méritos brillantes, cuántas personas no están en el lugar que merecen, la gloria de los escogidos en cambio, estará en proporción de sus merecimientos.

Y cuarta condición: se obtiene cuando se merece. En la Tierra, por causa de las pasiones humanas cuántos méritos olvidados desconocidos, despreciados, con Dios no hay injusticias, Dios tendrá presente todo lo que hagamos, afirmó el mismo Jesús, el cielo es el conjunto de todos los bienes sin mezcla de mal alguno.

Los que mueren en la gracia y amistad con Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios. Eso es el purgatorio. El peor sufrimiento del purgatorio es ver que se retrasa el estar con Dios que se desea con ansiedad.

Todos debemos ser muy devotos de las benditas almas del purgatorio. Debemos de preocuparnos sobre todo de nuestros familiares difuntos que quizás estén todavía en el purgatorio, encargando para su purificación pronta la celebración del Santo Sacrificio de la Misa, con nuestras oraciones, obras de misericordia, mortificaciones. En la Santa Misa, el sacerdote está obligado a mencionar a los fieles difuntos por quienes se le dio una limosna, dentro de la celebración eucarística en el llamado «momento de difuntos».

Para tus amigos: