El drama del cáncer

El problema del cáncer en nuestro país es realmente dramático para quienes padecen del mal y para su entorno familiar, una situación de extremas urgencias que obligan a buscar desesperadas soluciones en un escenario general que lamentablemente no está apropiado a permitir soluciones efectivas, pues este mal de no ser atendido oportunamente puede terminar con la vida de muchas personas y permitiendo en una etapa crucial, sólo la administración de paliativos.

Es realmente un drama, que por confesión de nuestro Mandatario, desconocía la dimensión del mal y la grave situación por la que atraviesan los enfermos y sus familiares, cuando en los centros hospitalarios del país no hay infraestructura adecuada, especialistas y equipos para combatir ésta enfermedad que recientemente y por los reclamos de centenares de pacientes y miles de familiares se ha hecho viral en los medios sociales, mostrando una dolorosa realidad.

Al no encontrar los servicios adecuados en el sistema de salud pública y tampoco en el de la seguridad social, los enfermos de cáncer confrontan tantas limitaciones que se ven obligados a enajenar sus bienes, afectando al entorno familiar que recurre a extremos buscando atención adecuada para sus enfermos de cáncer.

Frente al costo del tratamiento del mal, cunde la desesperación de familiares que exigen al Gobierno soluciones urgentes, como la disposición de presupuestos extraordinarios para la compra de equipos y medicinas para pacientes del mal. Una última determinación oficial confirma que el Gobierno dispuso la atención gratuita de radioterapia en La Paz para enfermos de cáncer de esa ciudad y otros que hasta allí puedan trasladarse, en tanto se construya un nuevo hospital oncológico. El Ministerio de Salud, anunció que se hará esfuerzos necesarios para que esa atención sea factible en otras ciudades.

No es una solución al mal, apenas se trata de un paliativo que puede aliviar el sufrimiento de muchos pacientes, pero quedarán afectados que deberían ser atendidos con la urgencia que exige la enfermedad y en las ciudades donde se ha establecido mediante encuestas la mayor prevalencia de afectados.

Es tan grave el problema que se han organizado asociaciones de pacientes con cáncer y de familiares para reclamar en las calles la atención necesaria para que el Estado se haga cargo de estos enfermos. Los reclamantes en algunas ciudades han sido repelidos con gases y cierta violencia policial, por supuesto complicando la situación de enfermos y acompañantes, cuando lo real y efectivo correspondería mostrar en cada ciudad que se cumplirá la instrucción de priorizar la atención oncológica de estos pacientes, calmando el mal y en algunos casos combatiéndolo con oportuna atención médica especializada.

Está claro que el drama del cáncer no se resolverá con paliativos, la ayuda dispuesta aliviará algunos casos, pero lo importante es que se apruebe una política de extrema urgencia, como corresponde a un tratamiento cancerígeno. Que el tema no se politice y que más bien sea una muestra de actitudes responsables en un caso especial del tema de la salud global en el país.

Fuente: LA PATRIA