Tres años de injusticia

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Mediante nota escrita el 23 de octubre de 2015, el entonces fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, aceptaba la renuncia del también entonces fiscal de Distrito de Oruro, Orlando Riveros, quien había sido persuadido por su superior para que deje el cargo.

Días después, Guerrero hizo una conferencia de prensa en esta capital para indicar que Riveros era alejado por varios hechos irregulares denunciados en un documento. Pasaron tres años de aquel momento y hasta ayer nunca se demostró la acusación del Fiscal General que terminó su gestión hace poco.

INJUSTICIA

"Fueron tres años de injusticia", así fue calificado este periodo por la exautoridad que ayer estuvo en LA PATRIA para alzar su voz de reclamo en torno a este hecho en el que Guerrero empañó su carrera profesional ante la opinión pública, por algo que nunca pasó y menos fue evidenciado mediante algún proceso en contra de Riveros.

Esa jornada fue el miércoles 18 de noviembre de 2015; Guerrero llegó a la ciudad de Oruro para ofrecer una conferencia de prensa y anunciar el alejamiento del fiscal Riveros, no solo del Ministerio Público de Oruro, sino también de la Fiscalía General del Estado, porque él era fiscal superior.

Para sustentar el alejamiento, Guerrero mostró un documento de denuncia en contra de Riveros por supuestos hechos irregulares.

Nunca se conoció la extensión completa del contenido de ese documento de un par de hojas, sin embargo, extraoficialmente se supo que la firma no correspondía al nombre del denunciante. Lo paradójico de esa denuncia es que, en la misma, se mencionaba a Guerrero también por casos de corrupción.

RIVEROS

Orlando Riveros dijo ayer que pasaron tres años de las acusaciones que hizo Guerrero en su contra y en todo este tiempo nunca se demostró una irregularidad.

"La prueba es que nunca me abrieron un proceso disciplinario, un proceso penal, ni siquiera un reclamo administrativo, porque hasta eso podía haber. Lo único que hubo fue la intención de sacarme no solo de la Fiscalía Departamental, sino también de la Fiscalía General y de mi condición de fiscal de carrera, los motivos habrán sido personales o de otro orden, pero lamentablemente se cometió un gran atropello", señaló.

Al día siguiente de la conferencia de Guerrero, Riveros hizo también su descargo ante los periodistas y dijo en esa oportunidad que ojalá no se trata de una denuncia apócrifa y que alguien repare la dignidad mellada, pero nadie lo hizo hasta hoy y menos el acusador.

La exautoridad señaló que se vulneró no solo su dignidad, sino también de la gente que lo acompañaba en esa gestión, que también salieron a expresar su reclamo.

"Han pasado tres años, nunca tuve un proceso penal ni siquiera para rechazarlo, nunca tuve un proceso disciplinario. Nunca pasó nada, solo fue un espectáculo grosero donde con vehemencia el doctor Guerrero trató de hacer ver que mi gestión estaba plagada de irregularidades, pero eso tenía que demostrarlo y tenía las herramientas para hacerlo", añadió.

Riveros afirmó que nunca lo destituyeron porque él renunció en su momento.

Respecto al conocimiento de la denuncia que había escrita en su contra y a la cual hizo mención Guerrero, Riveros manifestó que nunca se lo notificó y menos se le abrió un proceso penal.

Por otro lado, debido a todo ese perjuicio ocasionado, Riveros aún analiza si iniciará un proceso a Ramiro Guerrero.

Fuente: LA PATRIA