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Viernes 26 de octubre de 2018

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Suplemento Policial

Acciones oportunas para evitar la práctica del bullying

26 oct 2018

Por: CNL. DESP. Marco Antonio Cortez Castedo

Ya lo dijimos, una cosa lleva a la otra, y en nuestro caso si callamos o no denunciamos anticipadamente, las situaciones pueden salir en contra no solo de nosotros como padres, sino también en contra de nuestros hijos y su integridad física.

Claro está que el ejemplo que a continuación citaremos es muy patético, sin embargo ocurrió en nuestro medio hace días.

Escuchando las noticias de lo que ocurre a nivel nacional, se registró un hecho en la ciudad de La Paz que alcanzó connotación publica, toda vez que una menor sufría de "bullying" (acoso escolar) en su colegio y a consecuencia de eso el padrastro so pretexto de forjar el carácter de la menor llegó a cometer el delito de violación. Evidentemente el caso citado es muy sui generis, sin embargo, hubo un origen que posteriormente llevó a la comisión de un delito de mayor gravedad.

A continuación, seguiremos enunciando algunas recomendaciones inherentes a nuestra temática, recomendaciones que sin lugar a dudas servirán de mucho para identificar y erradicar esta mala práctica que se da en los colegios o lugares donde frecuentan nuestros hijos:

No minimizar las agresiones o acoso que nuestros hijos sufran en su entorno

Sabemos que en su diario vivir nuestros hijos cuando asisten al colegio o en sus momentos de ocio se reúnen con amigos en el barrio, desarrollan una serie de actividades, comparten juegos, experiencias nuevas, practican deportes, etc., sin embargo, de ahí que minimicemos una lesión en cualquier región del cuerpo o un moretón en el rostro, no es aconsejable.

Puede suceder que al practicar deportes o juegos sufran una caída, pero de ahí que sean recurrentes las apariciones de lesiones debe llamar nuestra atención y en nuestra condición de padres debemos investigar qué es lo que ocurre.

Puede suceder en el caso de los adolescentes que una agresión sea justificada y no quieran mencionar la verdad, pero nuestra experiencia como padres debe hacernos más acuciosos y llegar así a determinar la verdad. Ellos en muchas ocasiones no dicen nada con la finalidad de no quedar avergonzados en su medio y por eso esquivan y ocultan lo sucedido.

Es en estos momentos en los cuales debemos asumir medidas previsoras y oportunas no importando el que inicialmente traten de avergonzar a nuestros hijos. De ahí que se enuncia el viejo adagio "prevenir antes que lamentar".

Como padres es esencial conocer el entorno en el cual se desenvuelven nuestros hijos y la relación que mantienen con sus amistades tanto en el colegio, como en el barrio, zona o comunidad donde viven.

Saber o conocer quiénes son los amigos o amigas de nuestros hijos es demasiado importante, así como también conocer a los padres de los niños a los que frecuentan nuestros hijos.

De ahí que si aparece repentinamente un amigo al cual no conozcamos y esté llegando a influir en nuestros hijos debe llamar la atención, puesto que esa amistad está captando la atención y está influenciando en su conducta. De pronto esa influencia pude ser positiva, lo cual debe agradarnos y generar el conocer a esa persona y a sus padres, sin embargo, si esa influencia es sospechosa y negativa, asumamos inmediatamente acciones apartando a nuestros hijos de esa amistad.

Recuerden que mencionamos que el niño que practica "bullying", influencia en la conducta y desarrollo normal en las actividades del menor, también cuando ellos son sujetos de esta práctica recurren a amistades en las cuales se refugian y cobijan para encontrar lo que en sus casas no encuentran.

Hacer que nuestros hijos solucionen por si mismos este problema es ilógico, ¡seamos parte del tratamiento y eliminemos este problema de raíz!

Recuerden que la violencia genera más violencia, así que desechen de sus planes al tratar el "bullying" mediante la violencia. De pronto al enterarnos que nuestros hijos son víctimas de esta mala práctica, sea en el colegio o en su zona, puede aumentar nuestra adrenalina y llevarnos a solucionar el problema mediante el uso de la fuerza.

Esta sería una mala decisión debido a que podríamos generarnos mayores problemas y caeríamos y seriamos victimas de ese círculo vicioso del agresor o acosador.

Para tus amigos: