"Y, como te iba diciendo, el hermano Mariano siempre se posesionaba del hermano Rubén y en una de esas, el año de 1996, le ha dicho: ´No estoy bien en el cementerio de Lima. Quiero volver a Bolivia y descansar en mi ciudad natal Tarata´.
El hermano Rubén Inofuentes tenía toda una estrategia que había armado, seguramente junto a los consejos del hermano Mariano Melgarejo. Había decidido que tenía que ir a fin de año, en las épocas de fiestas porque ese ambiente de fin año hace que la gente quiera festejar, quiera gastar dinero (...). Entonces ha ido al cementerio de Lima, hasta la tumba del hermano Mariano y su estrategia ha sido pagarles a los sepultureros con unas cajas de cerveza para que desentierren al hermano Mariano. El hermano Rubén, nos ha contado, cuando ya ha retornado al Centro que todo el tiempo Melgarejo lo estaba acompañando y se comunicaba con él diciendo: ´Está bien lo que estás haciendo, está bien´. Claro, los sepultureros, los obreros del cementerio no sabían a quién estaban desenterrando, no sabían que era un expresidente de Bolivia, no sabían nada de quién era. Cuando ya el hermano Rubén ha sacado su calavera, que conserva las balas (orificios) en el cráneo que lo han matado. Lo ha guardado en su maletín negro, uno cuadradito que tenía, en el que lo ha traído. Su cráneo es, cómo te puedo explicar, es algo sorprendente como se ha conservado hasta sus barbas.
Ese rato, inmediatamente, ha ido al aeropuerto. El hermano Mariano lo ha acompañado todo el tiempo y ni la aduana, ni nadie lo ha revisado ¡desapercibido ha pasado! Entonces, ya cuando ha pasado el aeropuerto, acá lo hemos recibido en el templo con una misa y le hemos cantado el Himno Nacional para recibirlo. Porque el hermano Mariano es un espíritu que siempre está alegre, viene contento y nos hace reír a todos".
(Entrevista a Flora Villagómez Reyes, La Paz 15 de enero 2015)
Según la hermana espiritista, Flora Villagómez, la calavera del General Mariano Melgarejo llegó al Centro Luz, Amor y Esperanza de la ciudad de La Paz, en diciembre de 1997. Los "hermanos" que asisten a las sesiones espiritistas la recibieron con una solemne misa de almas y la entonación del Himno Nacional boliviano. Allí, permaneció en un pequeño altar hasta enero de 1998 cuando fue trasladada a Tarata. Actualmente, el altar del Centro tiene un retrato pintado de Melgarejo y las personas que asisten a las sesiones aseguran que este lugar junto al Palacio de Gobierno y la población de Tarata, en Cochabamba, son los lugares preferidos del espíritu de Melgarejo. Al parecer, la profanación de su tumba quedó en el secreto, gracias a la "coima" o soborno que recibieron los trabajadores del Cementerio General de Lima.
El hermano Rubén Inofuentes (+) se encargó de informar sobre la llegada de Melgarejo a los habitantes de Tarata. Todos se movilizaron para los preparativos: la Escuela de Sargentos "Maximiliano Paredes" se encargó de homenajearla con saludos militares; la iglesia celebró una misa de almas y la población entera se reunió para recibir a los "hermanos del Centro" que acompañaron el traslado. La calavera de Melgarejo fue recibida con los honores que corresponden a un general y expresidente de Bolivia.
Desde entonces, la calavera de Melgarejo es uno de los mayores atractivos de Tarata. La "camba calavera", conserva la larga barba del general y tiene los dos agujeros que dejaron las balas que Aurelio Sánchez le disparó. Así, la copla "A las barricadas viene el pantera, le daremos un balazo en su camba calavera", que cantaron los opositores a su gobierno de facto, resultó ser profética: Melgarejo recibió dos balazos en su calva cabeza y su calavera, extraordinariamente, conservó la característica barba del general. Calvo y barbudo fueron las características que le dieron el apodo de "camba calavera" ya que las calaveras son calvas y los cambas pobladores del oriente boliviano son barbudos, a diferencia de los otros pobladores del resto del país.
En Tarata, Alberto Iriarte me explicó que muchos espiritistas, bolivianos y peruanos llegan a visitarlo cada 13 de abril para festejar su nacimiento y cada 23 de noviembre para recordar su muerte. Para que no la observen, el sacerdote de la iglesia determinó taparla con una bandera boliviana.
(Entrevista realizada en Tarata, 4 de enero 2015).
Manuel Mariano Melgarejo (1820-1872) nació en la doctrina de Toco, perteneciente al pueblo de Tarata del departamento de Cochabamba. Durante su infancia fue educado por el cura Antezana, párroco de Tarata, quien le inculcó su reconocida fe católica. Luego, vino su fascinación por la vida militar, cuando el oficial Mariano Montalvo lo reclutó al cuartel de Lampa, donde después de tres años de estudio alcanzó el grado de sargento. Este hombre público es recordado como un tirano que tuvo debilidad por el amor y la borrachera.
La historia oficial creó muchos mitos sobre Melgarejo. Se dice que llegó al Palacio de Gobierno el 28 de diciembre de 1864 bajo el grito de "o me seguís coraceros o les destapo los sesos". Allí, no solo derrocó al general José María Achá, presidente entre 1861-1864, sino que puso fin a la vida del "Tata Belzu", caudillo que luchó contra la propiedad privada y que gobernó el país de 1848 a 1855. El gobierno de Melgarejo se caracterizó por sus políticas feudales en el altiplano y la Amazonia, entre estas resalta la Ley de Exvinculación de 1866 que convirtió a las comunidades en haciendas y el "Tratado de Ayacucho" de 1877 que negoció la venta más de cien mil kilómetros cuadrados del Acre boliviano al gobierno brasilero que se comprometió a construir el ferrocarril Madeira-Mamoré.
Las barricadas paceñas derrocaron a Melgarejo el 15 de enero de 1871. Esa misma noche, escapó hasta el Desaguadero y siguió en marcha hasta la ciudad de Arequipa. Mientras tanto su pareja, Juana Sánchez, quedó como prisionera del gobernante Agustín Morales. El escritor Vicente Terán relata que la libertad de "la Juanacha" costó a Melgarejo treinta mil pesos, y que desde el encuentro que tuvieron en Tacna hasta que fue asesinado en Lima, sólo recibió el rechazo de ella.
Este gran amor lo llevó a la muerte el 23 de noviembre de 1872, cuando el hermano de Juana Sánchez, José Aurelio, le "destapó los sesos" con dos tiros de revólver cuando éste intentaba volver a verla.
"El 25 de noviembre tuvo lugar, con gran solemnidad, en Lima, el entierro del infortunado general don Mariano Melgarejo, cuyo cuerpo se halla sepultado en un mausoleo del cuartel numero 16 letra A del cementerio de San Eloy". (O´Connor)
En 1914, Isaac Tamayo, exsecretario de Melgarejo, bajo el seudónimo de Thajmara, asumió la defensa de Melgarejo haciéndolo comparecer en una sesión espiritista. Melgarejo, tras lanzar una carcajada, entabló una conversación a través del espiritista Enrique, y explicó a Tamayo que la coyuntura política de la época lo llevó a la tiranía de su sexenio. El libro titulado Habla Melgarejo describe que el espiritismo se practica en Bolivia antes de 1870 y que quien hizo la escuela en esta materia fue Mr. Rand, un gringo alto, flaco y jorobado que era contador del Banco Boliviano y que invocaba a los espíritus cada vez que le venía en gana "para absorber grandes cantidades de aquellos en forma de ron o ginebra".
Cuando el espiritista Enrique X, amigo de Tamayo (Isaac), preguntó a la sombra de Melgarejo qué hacía en la eternidad, este respondió: "Yo soy, respondió ella, uno de esos espíritus vagabundos condenados a no tener sitio seguro, paz ni descanso: soy la sombra; una de esas nubes preñadas de tempestad que vagan arrastradas por el viento y los huracanes" (Thajmara).
El espiritismo es una práctica religiosa que sostiene que es posible entablar comunicación con el alma de un muerto a través de un médium. Como doctrina religiosa se auto identifica como cristiana ya que se basa en el poder que otorga el amor para servir al prójimo. En la ciudad de La Paz, las sesiones espiritistas del Centro Luz, Amor y Esperanza se realizan en la zona de Santa Bárbara.
Lastimosamente, quienes manejan el centro no guardan el registro de la fecha de su creación, pero recuerdan que hace cincuenta años se ubicaba en la calle Juan de Rivas.
Las sesiones espiritistas se celebran los sábados, asisten alrededor de sesenta personas. ?stas se inician con la celebración de una misa católica, posteriormente el secretario del centro, hermano Walter, se encarga de agendar citas con los espíritus médicos, guías espirituales o algún familiar en particular. Se ofrecen rezos y cantos para que la llegada de los espíritus sea alegre.
Para el catolicismo, Dios es el único que puede decidir sobre el paso de la vida a la muerte y sobre el paso de la muerte a la vida. Por eso, no es casualidad que el primero en presentarse durante las sesiones espiritistas sea San Lázaro, a quien Jesús resucitó de la muerte. Dentro del Centro, no solo son los hermanos quienes aseguran que el espiritismo es cosa de Dios; sino que hasta el mismo Melgarejo da gracias a Dios por haberle permitido encontrar el camino del espiritismo para ayudarnos.
"Gracias doy a Dios que me ha dado este camino para ayudarlos. Si por mí fuera, arreglaría no sólo Bolivia, sino el mundo entero. ¡Ah! Cuánto no quisiera entrarme en uno de ellos (políticos) para hablar con el presidente". (Gral. Mariano Melgarejo, sesión espiritista con la hermana)
Flora Villagómez Reyes, 15 de enero 2015.
Llama la atención que entre los personajes locales se hacen presentes políticos que fueron asesinados (Mariano Melgarejo, Marcelo Quiroga Santa Cruz y Ernesto "Che" Guevara). Cuándo pregunté a la hermana Flora Villagómez, directora del Centro, me explicó que las almas de los asesinados fueron abruptamente cortadas de una existencia de expiación y misión cristiana, por eso éstas no pueden reencarnar normalmente y el sufrimiento que les ocasionó su muerte los lleva a ayudar a quienes sufrimos en vida.
Entrevista realizada en La Paz, el 4 de febrero 2015.
El espiritismo es una manera de plasmar nuestros deseos espirituales sobre la muerte, La experiencia de Melgarejo al haber sido sometido a la tortura física y social, creó un contra-discurso que desmitifica al antihéroe, lo reivindica y le permite habitar un discurso mágico que traspasa lo verdadero y lo falso.
En los Andes, el tipo de muerte es importante en la creación de significados, al respecto el investigador Milton Eyzaguirre, describe que en el culto a las ñatitas (cráneos con uso ritual) se cree que las más poderosas son de las personas que murieron violentamente: "Después de un accidente grave, el ajayu del fallecido no se va de su cuerpo, sino que entra a lo más profundo de este; es decir penetra los restos óseos de su cuerpo muerto, principalmente de la cabeza".
Las sesiones espiritistas para invocar a Melgarejo se realizan en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. En el centro espiritista de La Paz, cuando "el hermano Mariano" posesiona a la médium, se presenta con un discurso patriótico, religioso y optimista. Le gusta que quienes comparten las reuniones lo escuchen atentamente, le conversen y lo despidan cantando Viva mi patria Bolivia, Sandunga y, en ocasiones especiales, como la Pascua, el Himno Nacional. Los autores, Tomás O´connor (1975) e Ismael Sotomayor (1987), describen que Melgarejo festejaba su cumpleaños durante la Pascua de Resurrección, fecha movible que cae el primer domingo después de la primera luna llena del equinoccio de primavera.
La hermana espiritista, Flora Villagómez, me explicó que el poder del espíritu de Melgarejo está en la creencia que dice que los militares que hicieron daño en vida tienen el poder de ayudar a los vivos. Según esta creencia, la violenta muerte del asesino que dispuso las masacres de Waychu en 1869, actualmente Puerto Acosta, donde el gobierno se enfrentó contra los indígenas liderados por Luciano Willka, que se levantaron contra las medidas de la tierra que impuso la Ley de Exvinculación de 1865, permitió que a través del efecto andino del kuti o regreso, la construcción de los significados se trastoquen: "Es una persona que si antes ha sido malo ahora quiere que lo vean con todo respeto" (Entrevista a Flora Villagómez Reyes, La Paz, 27 de enero 2015).
Así, la construcción de significados en torno al espíritu de Melgarejo y el culto a su calavera revelan cómo el espiritismo en contacto con la cosmovisión andina adquirió un nuevo modo de percibir las cosas, donde la concepción católica de pagar los pecados en el infierno se trastoca con la complementariedad andina y, por eso, lo malo tiene el poder de activar lo bueno.
El 28 de diciembre de 1864, el general Mariano Melgarejo llegó a Palacio de Gobierno bajo el grito de "o me seguís coraceros o les destapo los sesos". Allí, no solo derrocó al general José María Achá, que fue presidente entre 1861-1864, sino que puso fin a la vida del "Tata Belzu", caudillo que luchó contra la propiedad privada y que gobernó el país entre 1848 y 1855, Así comenzó su gobierno, según los historiadores Teresa Gisbert y José de Mesa (1956). Los muertos a causa de esta revuelta fueron 564. El año 1866, mediante el tratado del 10 de agosto, hizo entrega de Mejillones al gobierno de Chile, abriendo el camino a las políticas expansionistas chilenas. Al año siguiente, con el "Tratado de Paz y Amistad" negoció la venta del Acre boliviano, más de cien mil kilómetros cuadrados, al gobierno brasilero que se comprometió a construir el ferrocarril Madeira-Mamaré.
En palabras de Rigoberto Paredes (1962), "Melgarejo es, en el desenvolvimiento social y político, el genuino representante de la manera de ser a que había llegado el país en su desarrollo republicano". Este personaje simboliza al país en sus primeros 39 años de república. Actualmente,
Melgarejo no solo es parte de la memoria de los centros espiritistas, muchas personas conocemos anécdotas suyas que nos fueron transmitidas.
El personaje como construcción cultural delata que nuestro inconsciente político no adquirió una conciencia civil ante el morbo dictatorial. En Tarata, el recuerdo del general Melgarejo es motivo de orgullo y en el Centro Luz, Amor y Esperanza su espíritu es representado como guía espiritual. Por eso no debe sorprendernos que en Bolivia, a pesar de la paz neo liberal que se resguarda en los derechos humanos, el servicio militar continúe consolidando una identidad nacional que es motivo de orgullo y patriotismo.
EYZAGUIRRE, M. (2017): Los rostros andinos de la muerte. Las ñatitas de mi vida. La Paz: Centro de Investigaciones Sociales. Vicepresidencia del Estado. Universidad de la Cordillera.
MESA, J. D.; GISBERT, T. y MESA, C. D. [1997] (2012): Historia de Bolivia. La Paz: Gisbert Editores.
O´CONNOR D´ARLACH, T. (1975): El General Melgarejo. Dichos y hechos de este hombre célebre. La Paz: Editorial Juventud.
PAREDES, R. (1962): Melgarejo y su tiempo, y otros estudios históricos. La Paz: Ediciones Isla.
TAMAYO, I. (1914): Habla Melgarejo, una sesión de espiritismo. La Paz: González y Medina Editores.
TERÁN ERQUICIA, V. (1980): La muerte del Tirano, asesinato del General Melgarejo en Lima. La Paz: Producciones Cima.
Tomado de: Revista "Fuentes" N° 55, 2018 - Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
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