¡Cosas increÃbles suceden en el paÃs! Sucesos y cuadros de horror y de fantasÃa. Algunos parece que hubieran salido - en versión criolla - de los cuentos terrorÃficos de Poe. Tú me dices que te cuente todo, Cándido. ¡Uf, eso serÃa largo y difÃcil! Pero resumiré un poco. Para empezar, te digo que ya respiramos un aire contaminado de politiquerÃa proselitista; es decir, un aire viciado de mentiras, con actuación anticipada de los mentirosos.
Igual que tú, estoy asombrado de una cosa, y es que habÃa habido el "derecho humano a ser dictador". Como debes recordar, la democracia es un sistema de gobierno basado en valores y principios, uno de ellos es justamente la alternancia. En un paÃs de ciudadanos, es natural que periódicamente haya otra gente en el ejercicio del poder. Nadie debe creerse dueño de él. Cada generación tiene el derecho de asumir responsabilidades. Sólo los dictadores se agarran del timón con uñas y dientes; cierran el paso a los jóvenes, y se postulan como imprescindibles.
Y claro, tienes razón. Asà sea en lo meramente teórico, ya no existe la República; la reemplazaron con un Estado de 36 naciones incógnitas. Hay lugares donde no puedes entrar; son feudos polÃticos al mando de algún casique. Cuando alguna vez vengas, ni te atrevas ir por allá; pueden confundirte. El ch´utazo está autorizado, asà como la represión y el palo. ¿Qué quieres? Estamos en la jungla.
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Y aunque no creas o te cueste creer, Bolivia es también un paÃs de antihéroes; rige la escala invertida de valores. El sujeto que sabe quién ordenó romper la cadena de mando en la masacre de indÃgenas en Chaparina, se halla disfrutando del exilio dorado en los EE.UU. Los asaltantes autorizados del hotel Las Américas asà como los contrabandistas sorprendidos en la frontera con Chile, fueron condecorados en una ceremonia pública. Y ahora agárrate, por si acaso, para que no te caigas de sorpresa: un cirujano que suponemos se evadió del "Pacheco", extirpó de un niño el riñón sano en lugar de retirar el que estaba enfermo. ¡Una verdadera locura!
La judicatura no se quedó atrás. Ese oscuro mundo de abogados, fiscales y jueces - traspasado de borrascoso enredo sentimental - es tan original que es posible que no haya nadie en el mundo capaz de disputar el podio de los campeones. He aquà un botón: unos prevaricadores de mala fe, condenaron a 20 años de cárcel a un joven inocente. Y como esto no es Francia, nadie quiso imitar a Emilio Zola para decir "yo acuso". Esas gentes de la pluma en Bolivia miraron el hecho con total indiferencia.
Finalmente, me dices que te diga algo sobre el mar y La Haya. Es una historia muy triste, amigo. Según los "expertos", el fracaso fue porque la Corte es una entidad "conservadora", misoneÃsta, antigua. Bolivia conformó un equipo revolucionario, porvenirista, socialista, moderno. Qué lástima que se haya descubierto esa divergencia después del fallo. Hubiera sido bueno saberlo antes, para afinar mejor la punterÃa.
(*) Es ciudadano de la República