Un fenómeno "natural" que se presenta de tiempo en tiempo en el lago Poopó, vuelve a ser la preocupación de los pescadores de la región y sus familias, al disminuir - otra vez- el caudal de aguas que mantiene vigente el lago y permite la vida de los peces, pejerrey especialmente, que constituye la parte fuerte del trabajo y comercio de habitantes de la región.
El actual problema se atribuye a fuertes vientos registrados en la región que arrastraron o esparcieron las aguas del Poopó, ocasionando que los botes de pescadores quedaran imposibilitados de navegar, al bajar considerablemente el nivel de aguas del espejo natural, cuyas aguas se esparcieron en varios kilómetros poniendo en riesgo la vida de la especie (peces) sembrada en junio pasado y que necesita de cierta profundidad de las aguas para su vida y crecimiento.
Se han adoptado medidas especiales para mantener el nivel de agua del lago, empero las condiciones climáticas constituyen un factor altamente negativo debido a que por otra parte no se concreta la provisión regular de agua del rÃo Desaguadero, que deberÃa ser fuente de suministro de agua para mantener un nivel deseable del lago y cuidar la especie piscÃcola, toda vez que la siembra de alevinos representa una inversión y una perspectiva de beneficio natural en un determinado tiempo, cuando se levante la veda y se autorice la pesca del preciado producto alimenticio, como es el pejerrey, procedente del lago Poopó,
En el momento actual, la situación se torna muy delicada, especialmente por el peligro de subsistencia de los alevinos sembrados hace meses y que deben ser cuidados en su proceso de crecimiento hasta marzo del año próximo cuando pueda levantarse la veda y se cuente con una importante cantidad de peces y la apertura de su pesca comercial.
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