El pasado domingo fue un dÃa de extraordinaria calidez orureña porque la emblemática plaza de la RancherÃa se convirtió en el centro de un interesante conversatorio recordando pasajes importantes de la historia de Oruro.
Muchos de los presentes, mientras se proveÃan de variados productos alimenticios, recordaban cómo los orureños de antaño se afanaban de ver la mejor manera de impulsar el desarrollo urbano de la ciudad.
Vecinos que radican por bastante tiempo en esa zona, resaltaron que en varias ocasiones la RancherÃa se convirtió en el punto aglutinador donde estaba representada una colectividad con el deseo vehemente de contribuir al emprendimiento de iniciativas que signifiquen el resultado del mancomunado esfuerzo en provecho de una sociedad ávida de mejorar las condiciones de vida.
SerÃa largo recordar otros gratos momentos vividos en ese extraordinario lugar donde quedan indicios de una clara configuración orureñista memorable, imposible poder ser borrada, ya que allà quedó plasmada la idea de ser el bastión de la lucha para defender los sagrados principios de la Patria.
Con esa concepción quienes platicaron el domingo, llegaron a la conclusión de que aún hay mucho por realizar siendo menester el lograr un acercamiento más profundo de todos los orureños para concretar el mejoramiento de la economÃa regional con polÃticas de largo alcance donde deben tomar parte activa y desinteresada los del gobierno Municipal y Departamental.
Es indefectible consolidar definitivamente el Parque Industrial, la concesión de la seguridad jurÃdica para reactivar la pequeña y mediana minerÃa, asà como los proyectos destinados a fomentar la actividad comercial legalmente establecida.
En materia de vinculación con otros departamentos, Oruro debe estar contemplado en un próximo plan decenal ferroviario que articule la creación de trenes metropolitanos que unan las principales ciudades.
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