Jueves 18 de octubre de 2018
![Portada Principal](https://impresa.lapatria.bo/impresa/10_2018/1_4_18.jpg)
ver hoy
![](fotos/10_2018/minis/333707_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333708_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333709_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333710_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333711_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333712_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333713_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333714_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333715_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333716_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333717_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333718_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333719_1_18.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333721_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333722_1_18.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333724_1_18.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333731_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333732_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333733_1_18.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333735_1_18.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333737_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333738_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333739_1_18.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333741_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333725_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333726_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333727_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333728_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333729_1_18.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333742_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333743_1_18.jpg)
![](sistema/imagenes/LaPatriaLogo.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333745_1_18.jpg)
![](fotos/10_2018/minis/333746_1_18.jpg)
Confieso que, como nunca, me domina la desesperanza. Y, aunque confieso que esto no es bueno y que hay que perseverar en el esfuerzo de superar desventuras, no logro ver salidas a la tragicomedia que estamos viviendo desde hace ya más de una década. Sé que sentir esto se parece mucho al derrotismo; y que, de alguna manera, cuando alguien sufre el abatimiento, influye -en muchos o en pocos- a que se pierda la ilusión de algún dÃa vivir dignamente. Y lo peor: voy sintiendo la indeseada impotencia de no poder contribuir a que vuelva la sensatez, si alguna vez hubo entre nosotros.
Sé que este drama lo viven muchos, y no solamente en mi Patria; es una desgracia que la comparten, en mayor o menor medida, varios pueblos que se debaten entre el hambre y la dictadura, entre la ignorancia y la imposición; y que están bajo el poder de los sátrapas.
Es cierto que es difÃcil -por lo menos, para mà lo es- avizorar nuevos tiempos signados por la libertad de las personas, por el respeto a la propiedad adquirida con esfuerzo, por la vigencia del derecho a elegir libremente a los que pretenden regir naciones y, al fin, por ejercer el derecho de pensar libremente. En realidad, ya se precisaron las cuatro libertades esenciales: "Libertad de expresión, libertad de culto, libertad de vivir sin penurias y libertad de vivir sin miedo (Franklin D. Roosevelt, 1882-1945).