Jueves 18 de octubre de 2018
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Aunque la hermana Nazaria Ignacia March y Mesa, nació en Madrid, España se prendó de Oruro, la ciudad en la que desarrolló la mayor y mejor parte de su apostolado de fe y el cumplimiento de una vocación de servicio con los más necesitados y de manera particular, defendiendo a las mujeres.
El Papa Francisco confirmó en el Vaticano la canonización de la primera santa de Bolivia, hecho que fue recibido con júbilo en la comunidad católica de Oruro y el paÃs, una vez que el Santo Padre de Roma cumplió los rituales de la Iglesia Católica, estableciendo la condición de santa de la hermana Nazaria, canonizada y convirtiéndose en la figura religiosa que recibirá las expresiones de fe de una amplia comunidad que ha seguido con vigilias el proceso de su canonización.
Nazaria Ignacia pasó la mayor parte de su vida religiosa en la ciudad de Oruro a donde llegó el año 1912 y tras ser parte de la congregación de los ancianos desamparados, por su vocación de servicio fundó en 1925 la congregación de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, que se ha mantenido en el tiempo y que hasta el presente mantiene el servicio de ayuda y apoyo a menesterosos y a grupos de mujeres trabajadoras. Otra misión que la hermana Nazaria cumplió en su tarea solidaria fue la de atender y acoger a huérfanos, complementando su acción con servicios de reflexión, apoyo social, educación y solidaria asistencia a mujeres, madres en desamparo o abandono. Impulsó la formación del primer sindicato femenino con trabajadoras de los mercados. Las casas de acogida y comedores populares creados por Nazaria persisten en el tiempo actual, justamente en ambientes de la congregación que fundó, junto al templo del Beaterio en Oruro.
Fuente: LA PATRIA