Un mar de angustias, el capítulo injusto en la vida de Jhiery Fernández
12 oct 2018
Fuente: LA PATRIA/La Paz
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Cuando un recluso sale en libertad o accede a otra alternativa jurídica que le permite abandonar un recinto penitenciario, comienza un proceso de reinserción, a la que la persona y la misma sociedad talvez no puedan estar preparadas. Este es el caso de Jhiery Fernández, orureño, médico formado en la Universidad Técnica de Oruro (UTO), quien a pesar de haber sido encarcelado por casi cuatro años sin existir pruebas objetivas en su contra por el delito de violación en la investigación del caso "bebe Alexander", continúo una lucha con apoyo de su familia para conseguir su libertad. No obstante, aún quedan experiencias que solo el tiempo será el mejor remedio para olvidarlas y retomar el curso de una vida que quedó en suspenso.
¡BIENVENIDO A CASA!
Fue el primer mensaje de recibimiento a Jhiery Fernández por parte de su familia, luego que la justicia haya determinado otorgarle medidas sustitutivas a la detención preventiva. Al segundo día en casa, Jhiery afirma que todavía es difícil asimilar su retorno después de un vía crucis vivido desde aquel 16 de diciembre de 2014 que ingresó recluido a la cárcel de San Pedro de La Paz.
"Ha sido una pesadilla de la que no podía despertar, el daño es profundo, han querido quebrantarme de distintas formas, ha sido una tortura, yo no me he dejado y he seguido adelante pese a que era una pesadilla", dijo.
NUNCA IMAGIN? ESTAR EN LA CÁRCEL
Los primeros meses de reclusión fueron los más duros, pues a Jhiery lo llevaron a "la grulla", un lugar al que solo llegan internos que incurrieron en los peores delitos, entre ellos violación. Según Fernández, el odio de la población penal es mayor si la víctima de violación se tratara un niño o niña. Alexander apenas era un bebé.
"Vivía en un cuarto de dos por dos, no podía salir ni siquiera a tomar el sol o hacer mis necesidades fisiológicas, dormía sobre unas tablas y cartones sobre una letrina de piso, no tenía ropa para cambiarme, ni abrigarme y así tenía que estar, no vivía ni el tiempo ni el lugar", afirmó el salubrista refiriendo a que no percibía el pasar de los días.
Jhiery tuvo miedo, y según publicaciones en medios de comunicación, intentó quitarse la vida más aun cuando en una oportunidad fueron los propios internos quienes le advirtieron que en ese lugar a todos se les aplicaba la ley del talión, es decir "ojo por ojo y diente por diente", afortunadamente no se llegó a ese extremo, ya que en un momento determinado Fernández tuvo que hacer frente e imponerse para hacer prevalecer su inocencia.
¿Sentiste desvanecer, caer en algún momento que estuviste recluido?
Sí, fue en marzo (de 2018) cuando leyeron mi sentencia de 20 años, yo creía que las autoridades iban actuar correctamente, pero se ensañaron conmigo, la rabia y la desesperación terminaron por hacer caer mi fe, me desmoroné y cuando volví al penal miraba a las cuatro paredes y decía que ese ya era mi destino, estar 20 años y renunciar a todo, a mi familia, a mi profesión y a formar mi propia familia.
¿Encuentras personas culpables en este caso?
Siempre venían compañeras de trabajo a visitarme, jamás se alejaron de mí, estaban presente en marchas bloqueos y muy de cerca con mi familia. En un momento incluso se habló mal del niño (Alexander) porque me dijeron cómo vas a estar aquí si eres inocente y que a partir de eso se había perjudicado a mucha gente. Yo no pensaba eso, simplemente que aquí hay malos operadores de justicia que no han sabido encontrar al culpable, el culpable no es el niño, los culpables son los fiscales que no han hecho un buen trabajo y hasta ahora no han resuelto el caso pese a que tenían muchas pruebas.
A partir del audio difundido que aportó de gran manera para ratificar tu inocencia ¿Cómo reaccionaron los internos del penal quienes en su oportunidad te amenazaron con aplicar la ley del talión?
¡Ucha!, ha sido grave, ellos se han vuelto más locos que yo, han protestado de muchas maneras para los fiscales y jueces, pero una vez más yo no lograba entender por qué se ensañaban solo conmigo, porque pese al audio ellos siguen insistiendo (en mi culpabilidad). Hubo una vez donde el fiscal (Edwin) Blanco vino y quería que yo me someta a un proceso abreviado y firme unos papeles, no accedí porque no era correcto. Vuelvo a pensar en el audio y todavía no encuentro una respuesta para querer culparme de algo que no cometí.
¿Si escribirías un capítulo de tu vida, cómo titularías a esta parte en la que estuviste recluido?
Es difícil responder, tendría que pensarlo mucho, pero siempre me refugié en Dios, en la palabra, y dentro de lo que yo leía decía, si me toca vivir esta injusticia, este mar de angustias lo acepto, creo que ese sería el título, "Mi mar de angustias".
LA FORTALEZA EN LA FAMILIA Y VALOR DE UNA PAREJA
El permanecer en la cárcel provoca una profunda ruptura en las relaciones familiares. No es extraño decir que "cuando un miembro de la familia está mal o se enferma, todos estamos mal", pues es cierto, el anhelo y deseo de Jhiery siempre fue estar al lado de sus padres, dormir en su cuarto, descansar en su cama. A su madre, Norma Sumi, también le tocó vivir un calvario en la búsqueda de ayuda para demostrar la inocencia de su hijo, ella siempre creyó en él, jamás se desvaneció pese a las lágrimas derramadas por el sufrimiento. En su camino solo encontró puertas cerradas, ni el Presidente del Estado, Evo Morales a quien acudió hizo eco de sus súplicas de justicia.
"Había días en que yo me paraba en la (Plaza) Murillo, esperaba a que salga el Presidente pero siempre se iba rápido, no podía, un día en un acto me metí por debajo de la tarima y le agarré, ahí le dije, Presidente, ayúdeme es mi hijo del caso Alexander, él es inocente, pero jamás dijo nada. He tenido que recurrir a autoridades del MAS y opositores; ni la oficina de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) me ayudó. Al final ese calvario ya pasó, ahora estoy feliz porque mi hijo está conmigo", manifestó la mamá de Fernández con los ojos aun llorosos pero con alegría en el corazón.
Su vida sentimental siempre fue parte importante para proyectar un futuro, pero desde lo suscitado con él bebe Alexander también marca una experiencia difícil en la relación con su pareja, pero que a su vez fue motivo de fortaleza, independientemente a estar separados por más de tres años.
"Ella nunca me ha dejado, pese a la ola de críticas, pese a las acusaciones y pese a la sentencia, ha sufrido conmigo, ha derramado muchas lágrimas. Llegó un momento en que yo le dije que era una piedra en su camino y que le estaba perjudicando, le pedí que siga su camino porque yo ya no tenía solución, pero ella insistió en estar conmigo, me dijo que es su decisión y me apoyó luchó. Ahora que yo estoy libre tenemos más fuerza para seguir adelante", contó.
La identidad de la pareja de Jhiery fue mantenida en reserva por diversas razones de orden personal e inclusive externas, sin embargo, a lo largo de tres años y 11 meses esta persona fue un cimiento principal para mantener viva la esperanza de que la justicia tarde o temprano iba a llegar para devolver "las cosas a su lugar".
¿Qué perdiste y qué ganaste en estos casi cuatro años?
He perdido parte de mi vida que ya no va a volver, he perdido momentos únicos con mi familia, ver crecer a mis sobrinos, ver nacer a nuevos seres y como también ver partir otros, eso nadie me lo va a devolver por más que yo quisiera, es el tiempo perdido.
Qué he ganado, yo he ganado amigos en el penal, a un inicio ha sido difícil porque creían que era culpable, ya con el tiempo yo he demostrado lo contrario, ahí empecé a ayudar cuando alguien se ponía mal, hasta a los policías les ayudaba. Existen muchos casos de injusticia que yo los he visto de cerca, yo era uno de esos casos, eso es lo malo, los fiscales son quienes obran mal haciendo llorar a muchas personas.
QUEDA RETOMAR UN PROYECTO DE VIDA
El sueño ideal que una persona ambiciona es la posibilidad de formar una familia, construir una casa, ejercer una profesión y vivir adecuadamente. Según Jhiery, será difícil pero no imposible.
"Es muy pronto, recién lo estoy asimilando, cuando pase unas semanas ahí recién me voy a dar cuenta de todo lo que he perdido y que debo retomar, pero mientras está mi familia. Antes de que pase esto yo quería seguir estudiando, casarme, tener hijos, seguir acompañando a mis padres y ayudar a la gente desde mi profesión, todo eso se ha truncado, pero no es tarde para continuar, lo voy a hacer", manifestó.
Al igual que el caso del médico Jhiery Fernández, existen muchos que esperan que la justicia pueda llegar y no ser tergiversado provocándoles un mal irreparable en sus vidas, en un tiempo futuro el galeno tiene previsto visitar el lugar donde descansa el cuerpo del bebé Alexander, para pedirle que por medio de su inocencia y al ser considerado "un angelito" pueda ser quien ilumine a las autoridades quienes aún investigan este caso para llegar a dar con el o los verdaderos responsables que ocasionaron su muerte el 13 de noviembre de 2014.
Fuente: LA PATRIA/La Paz
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