Explotación del oro con mercurio contamina zonas de norte paceño

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Un hecho realmente alarmante es el que denuncian pobladores de las zonas del norte paceño, dedicados todavía a sus tareas de pescadores en los ríos de la región y de agricultores en sus terrenos productivos que están siendo invadidos por cooperativistas mineros, manejados por empresarios chinos, colombianos y algunos dirigentes de cooperativas que utilizando dragas de gran volumen se han instalado en varios ríos de la región, donde además utilizan mercurio para la refinación del metal, vertiendo cantidades peligrosas de este químico, que se diluye en las aguas que siguen su curso y son utilizadas para consumo humano.

Pero otro problema igualmente preocupante, es el denunciado por pescadores de la zona de Alto Madidi donde se pesca varias especies de peces que son alimento de familias del sector, se comercializan en mercados de La Paz e inclusive hay un cupo de exportación que en el último tiempo tuvo que suspenderse por la comprobada contaminación con mercurio.

El gran problema es que la actividad de los mineros cooperativistas y el negocio de empresas extranjeras han crecido de manera incontrolable en varios ríos del norte paceño, sin que las autoridades del ramo pongan freno a la actividad ilegal de trabajos mineros, sin control y sin garantías para los comunarios de la región.

Lo evidente es que existe una minería ilegal en territorio de la Amazonía boliviana y también en la parte peruana, pero que con disposiciones radicales ha sido eliminada en el país vecino, limpiando las zonas ocupadas por mineros y permitiendo solo algunos emprendimientos, debidamente garantizados en materia tecnológica para evitar la contaminación. En nuestro país sucede lo contrario, al autorizar el trabajo de gigantes dragas y una peligrosa contaminación de aguas y terrenos de los pobladores en la ribera de los ríos.

La explotación de oro de manera casi rutinaria utiliza mercurio sin control y sin ninguna seguridad que evite la contaminación de aguas y tierras, por lo mismo se trata de una peligrosa actividad en la que debe asumir responsabilidad de control, el Ministerio de Minería, la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) y las entidades defensoras del medio ambiente, para atender los reclamos de las poblaciones de Tacanas y Toromas que han denunciado la contaminación con mercurio de las aguas de ríos afectando fauna y a la población civil de esas comunidades.

Si bien hay disposiciones sobre el control en esta materia, los vecinos de la Amazonía declaran que no ha "existido ninguna consulta a las comunidades para autorizar las actividades mineras", las que hasta meses atrás solo eran de poca magnitud y realizada de manera artesanal sin uso de químicos. La presencia de cooperativas mineras cambió el panorama permitiendo el trabajo en grande con el uso de dragas, muchos trabajadores y uso de gran cantidad de mercurio.

El tema se agrava más aún, cuando autoridades del ramo confiesan que la actividad minera (del oro) en La Paz ha permitido elevar el porcentaje de regalías mineras para ese departamento que ahora ocupa el segundo lugar después de Potosí en el beneficio de impuestos por explotación aurífera, que aun siendo ilegal favorece a los ingresos de la Gobernación paceña y municipios de la Amazonía.

Bajo esa figura, se entiende que el tema es de conocimiento oficial en el Ministerio de Minería que, por lo visto, no ha dispuesto soluciones al problema ya que las dragas chinas y su personal operativo, mas los mineros colombianos y los cooperativistas de la región siguen trabajando y por la forma en que lo hacen aumentando la contaminación de la zona lacustre en el norte paceño.

Fuente: Medios. Página Siete, PM.