Jueves 11 de octubre de 2018
ver hoy
Ya es más notorio el drástico giro polÃtico que se va dando en muchos paÃses sudamericanos por la insatisfacción que causa el manejo arbitrario, dispendioso y totalitario de la democracia.
Fue el libertador Simón BolÃvar quien advirtió de esa situación en el Congreso de Angostura (Venezuela) en 1819 cuando señaló que nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el Poder porque el pueblo se acostumbra a obedecerle, y al Ã?l, a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranÃa.
Esa contundente afirmación cobra plena vigencia en la actualidad y le da razón al soberano para expresar su rechazo al continuismo que se desarrolla dentro los marcos en los que imperan la usurpación, tiranÃa y corrupción.
Ello se evidencia al estarse soportando dictaduras con sensación de ahogo de las libertades y seguir recorriendo caminos sombrÃos bajo el mando de regÃmenes polÃticos que aplican severos cánones vinculados con la represión y la paulatina eliminación de las categorÃas de la población.
Contrarrestando a esa coyuntura impropia, los habitantes de esas naciones, se dan la obligación de reivindicar la permanencia de la patria por encima de los intereses de grupos extremistas del socialismo que vienen oprimiendo a quienes toman conocimiento de construir una comunidad nacional de unidad plena.
Esa actitud es una muestra que el radicalismo utilitarista del comunismo ya no tiene cabida en las repúblicas donde el pueblo elige por votación a sus gobernantes con apego total a la democracia y alternancia polÃtica.