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Jueves 11 de octubre de 2018

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Ecológico Kiswara

Editorial

Un asunto de vida o muerte

11 oct 2018

Fuente: LA PATRIA

Al comenzar este mes de octubre, uno de los seres más importantes del planeta recordó su día especial, sin embargo, aunque no tiene voz propia, debe luchar porque lo dejen crecer y reproducirse, sí, estamos hablando del árbol.

Los árboles nos brindan múltiples beneficios, desde la sombra que nos cobija, pasando por los frutos con que nos alimentan y terminando por oxigenar nuestro planeta y ser nuestro escudo protector en muchos aspectos.

Gracias a los árboles podemos disfrutar también de diversas cosas, que se fabrican hasta donde alcanza la imaginación de los humanos, utensilios, muebles, medios de transporte, juguetes y una gran variedad de otros objetos destinados a facilitarnos la vida.

Lo triste es que para obtener esos elementos se deben talar muchos árboles y con lo consumistas que nos hemos vuelto se talan bosques enteros, afectando el equilibrio natural de los ecosistemas de nuestro planeta.

Existen leyes que protegen a los árboles y al medio ambiente, normas que ordenan que cada que se tala un árbol se deben plantar otros 10, como mínimo o de acuerdo a cada ciudad y cada país la cantidad varía, sin embargo, al menos en Bolivia, esa ley no se cumple y se siguen talando árboles de manera indiscriminada, inclusive autoridades que deben dar el ejemplo de cumplimiento de la normativa que rige una nación no lo hacen, sino que infringen sin ruborizarse, esas normas.

Sin ir lejos, en la ex Prefectura, hoy Gobernación de Oruro, se talaron dos árboles centenarios en el patio de su infraestructura, para cerrar el espacio con una cúpula y "modernizarlo".

Si bien el actual gobernador, Víctor Hugo Vásquez, con un proyecto financiado por el gobierno central, llevó plantines a Chusaqueri, zona Sur de la ciudad de Oruro, para plantarlos y dejarlos crecer, el prendimiento de los mismos fue mínimo, porque los dejaron en un lugar escasamente poblado y no había quién los cuide, tampoco destinaron personal para realizar dicha acción, por lo que no se puede hablar de una operación exitosa.

Oruro es una tierra árida, pero con la visión y empeño de habitantes que amaban a este girón patrio se logró cambiarle un poco la cara a la ciudad, donde inclusive se tienen árboles frutales, pero sólo en domicilios particulares, donde los propietarios los cuidan y permiten su desarrollo.

Los ciudadanos debemos seguir ese ejemplo y cada que tengamos la oportunidad de cuidar un árbol hagámoslo, también existen grupos de personas que se dedican a la forestación de la ciudad, como el Colectivo Ãrbol, debemos apoyarlos y de manera decidida ponernos manos a la obra para tener un verdadero jardín, inclusive si del altiplano se trata, nuestros antepasados demostraron que sí se puede, sólo debemos tener la voluntad para hacerlo.

Ã?sa es la mejor manera de festejar un Día del Ãrbol, tal como estos seres vivos lo merecen, y es una cuestión de vida o muerte hacerlo.

Fuente: LA PATRIA
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