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Sábado 06 de octubre de 2018

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Revista Tu Espacio

RESPUESTAS DE PSICOLOGÍA

El síndrome del nido vacío

06 oct 2018

Fuente: Fuente: Lic. Mg. Sc. (c) Rodrigo Aliendre Ramírez

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La familia como núcleo de la sociedad, cumple ciclos de desarrollo como cualquier otra institución, y el hecho de que los hijos tengan que abandonar el hogar por factores diversos, estudio, trabajo, vivir solos o casarse, hace que los progenitores o encargados de la familia, pasen por una serie de síntomas sea de soledad, tristeza e incluso otros psicopatológicos, a este estado se lo conoce como el Síndrome del Nido Vacío, que dependiendo de la persona y contexto podrá sobrellevarlo o no, por lo mismo es importante considerar las características y el afrontamiento que implicará para los progenitores al sentir la ausencia de los hijos, pues en muchos casos el enfocarse en la crianza y cuidados de los hijos, generará más malestar, interferencia y deterioro en su entorno sea familiar, social, laboral u otros.

El síndrome del nido vacío, refiere a la sensación que tienen los progenitores, tutores o cuidadores, de tristeza, pérdida, soledad y dolor cuando los hijos abandonan o se independizan del hogar o familia nuclear.

Entre las causas que influyen en el síndrome del nido vacío encontramos que la relación con el hijo o hija sea muy cercana o íntima, que la función única sea cuidar a sus hijos, poner como objeto a los hijos (propiedad), no tener un apoyo familiar o social adecuado, estado civil (viuda, divorciada, separada o soltera), que el hijo sea independiente, no aceptar los procesos biológicos y psicológicos de maduración, siendo más propensos en mujeres que en varones, entre otros factores que son precipitantes.

Entre las consecuencias en este síndrome que van desde las más simples a complejas encontramos, la tristeza, soledad, desesperanza, dolor, no encontrar sentido a la vida, baja autoestima y autopercepción, pérdida de interés en actividades, pasatiempos y otros, que son esperados en una primera instancia de abandono. Pero también tenemos otros síntomas como la ansiedad, depresión, angustia, trastornos del sueño, de alimentación, inestabilidad emocional y conductual, dependencia emocional, alcoholismo, drogadicción, ideas irracionales (suicidas o autoinflingidas), entre otras, que pueden llegar a problemas psicológicos, trastornos y psicopatológicos.

Para afrontar este síndrome tenemos que considerar algunas conductas hacia los hijos, como establecer roles y funciones familiares, entender la independencia, cuestionarse sobre las etapas y reflexionar al respecto, es bueno mantener el contacto a, fortalecer la relación familiar y de amistades, descubriendo y fortaleciendo nuevas actividades y pasatiempos, o también generar nuevos proyectos de vida, pues la emancipación es parte del proceso familiar natural.

En cuanto a la intervención en el síndrome del nido vacío, cuando ésta escapa de las manos del progenitor o cuidador, y deteriora o interfiere en su entorno, muchas veces se requiere intervención psicológica y psiquiátrica, en una primera instancia, que dependiendo el caso, es tratable, sea por la modificación de ideas irracionales (de inutilidad, desesperanza, suicidas, etc.), sea por terapias ocupacionales (realizar actividades recreacionales, técnicas u otras), pues es necesario que el vacío que deja un hijo en el hogar pueda ser aceptado, sublimado y reemplazado por actividades que causen gratificación, pero también se fortalezca los lazos, a través de la comunicación asertiva entre cada uno de los miembros de un hogar.

Fuente: Fuente: Lic. Mg. Sc. (c) Rodrigo Aliendre Ramírez
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