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Para los habitantes de la tierra del Pagador, el 6 de octubre de 1.810 tiene un significado especial, ya que se constituyó en la rebelión del pueblo orureño, acción que darÃa paso posteriormente a la Batalla de Aroma, que serÃa encabezada por Tomás Barrón, héroe de la revuelta, y Esteban Arze, acción fundamental para la consolidación de la victoria patriota que se plasmarÃa finalmente el 6 de agosto de 1.825, de esta forma y a 208 años de aquella memorable fecha, aún se recuerda con suma importancia la rebelión para la liberación del Alto Perú.
Aquel 6 de octubre de 1810, un cabildo se formó para considerar las instrucciones del presidente Vicente Nieto, que instruyó a las autoridades de Oruro reclutar gente para el ejército que se alistaba en Potosà contra los patriotas, luego de que el tumulto se fuera acrecentando. Al anochecer sonaron las campanas de la Iglesia Matriz, con la finalidad de convocar a toda la población, que comenzaron a proclamar el grito de ¡Viva La Patria! en frente del Ayuntamiento, donde hoy se ubica la Plaza Manuel de Castro y Padilla.
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A la cabeza de aquel cabildo estaban, Tomás Barrón, quien era subdelegado de hacienda y de guerra, junto a él estaban el regidor y alcalde mayor, José Mariano del Castillo; y el alcalde ordinario de primer voto, José Antonio Ramallo.
Esto generó que el pueblo orureño se rebelara, acobardando a los españoles y al ministro contador de las Cajas Reales, José MarÃa Sánchez Chávez, que trató de calmar los ánimos caldeados del tumulto con los pocos soldados que lo protegÃan, pero no le quedó otra opción que escapar y encerrarse en la casa de las Cajas Reales.
Se organizaron milicias integradas por voluntarios, para defender la revolución y combatir a los ejércitos realistas; se aclamó por unanimidad a don José Mariano del Castillo como diputado, para representar a Oruro en el Congreso General de Buenos Aires, y el 22 de octubre llegaron tropas desde las provincias de Cochabamba, bajo el mando del teniente coronel Francisco de Rivero, don Esteban Arze y don Melchor Guzmán Quitón.
Al dÃa siguiente y con la población todavÃa enardecida, el panorama para los españoles era nefasta, quienes tuvieron que huir definitivamente de la Villa, se determinó en un nuevo cabildo revolucionario que eligió a Tomás Barrón como gobernador de hecho de la Villa de Oruro, acompañando la constitución del nuevo gobierno estaban los lÃderes José Antonio Ramallo y José Mariano del Castillo.
A la par, tres puntos fueron aprobados: Reconocer obedientemente a la Junta Gubernativa de Buenos Aires; reconocer y apoyar la revolución de Cochabamba y su gobierno; preservar el dinero de las Cajas Reales para la causa, y organizar milicias con voluntarios.
De esta manera, la revolución se convirtió en la reafirmación del pueblo orureño, en la búsqueda de la consolidación de la anhelada libertad, ya que después de los alzamientos de Cochabamba y Oruro, se aseguró el desplazamiento en el Alto Perú de las tropas del Primer Ejército Auxiliar argentino, lo que posibilitó la futura independencia de Bolivia.
Fuente: LA PATRIA