Jueves 04 de octubre de 2018
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Nunca mejor aplicada esta famosa f谩bula de Esopo, que en la triste circunstancia que acabamos de vivir los bolivianos, con el tan esperado fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya, sobre nuestra demanda incoada ante esa alta instancia, solicitando que obligue a Chile a negociar con nosotros una salida soberana al mar.
La f谩bula es muy breve y relata que, en tiempos muy lejanos, los montes daban unas se帽ales inequ铆vocas de estar dando a luz, y las gentes de aquellos tiempos esperaban ese parto con mucha angustia y curiosidad, por saber qu茅 tipo de criatura 茅stos iban a engendrar. Grande fue su sorpresa al constatar que el fruto de 茅stos era un peque帽o e inofensivo rat贸n, lo cual ocasion贸 la carcajada de todos los hombres.
Pues bien, este grotesco rat贸n que naci贸 del seno de la CIJ, tras cinco a帽os de un sufrido proceso de parto, y m谩s de una hora y media de exposici贸n del fallo, no se intimid贸 ni ante el adem谩n de esos gatos de porcelana chinos, que suele mostrar S.E. a tiempo de levantar el pu帽o para atraer clientes y, por el contrario, nos infringi贸 una severa derrota por doce votos contra tres, al desestimar la obligaci贸n legal de Chile de negociar con Bolivia un acceso soberano al oc茅ano Pac铆fico y rechazar el resto de los alegatos finales presentados.
