No es ninguna novedad saber que en el municipio local lo único que se hace es dar continuidad a proyectos de pasadas gestiones y ni siquiera en un orden adecuado que priorice las más retrasadas y avance en ese sentido hasta atender las necesidades de muchos barrios, especialmente los periurbanos.
De cualquier modo y como se vea el asunto, lo cierto es que hay más de medio centenar de obras paralizadas, perjudicando planes de desarrollo urbanÃstico de la ciudad y consiguientemente de mejoramiento en las condiciones de vida de centenares de familias dispersas en los distritos regionales.
Son muchas las calles en las que no hay trabajos de mantenimiento, mientras en algunos sectores, notoriamente se han logrado obras de enlosetado, aceras o asfaltado, favoreciendo a dirigentes vecinales y hasta a algunas autoridades, mientras, barrios que esperan esos trabajos por años, no logran que se los atienda, pese a insistentes reclamos, según reporte de Control Social.
El reclamo de la organización de Control Social de las juntas vecinales, debe atenderse consecuentemente, lo que implica responsabilidad del personal municipal, en el replanteo de un cronograma de actividades en base a la sugerida "catalogación" de los proyectos postergados, para replantear presupuestos y reencaminar su continuidad hasta su finalización. Tarea importante que no puede seguir siendo parte del retraso y perjuicio en los barrios orureños.
Fuente: LA PATRIA
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