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Sábado 29 de septiembre de 2018

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Revista Tu Espacio

MASCOTAS

Golpe de calor en perros y gatos

29 sep 2018

Fuente: Fuente: (mundoanimalia.com)

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Con la llegada del verano, el golpe de calor es uno de los principales problemas al que se ven sometidas nuestras mascotas, ya que tanto perros como gatos son mucho más sensibles al calor que los humanos. Estos no pueden regular su temperatura corporal mediante el sudor, debido a que no tienen glándulas sudoríparas repartidas por el cuerpo. Los perros eliminan el calor a través del jadeo y del sudor que expulsan por las almohadillas de los pies y por las zonas aisladas con poco pelo, como puede ser el vientre. Los gatos intentan mantener una temperatura estable lamiéndose y manteniendo el pelo liso, de este modo, la saliva depositada en el pelo, al evaporarse, disminuye su calor corporal.

¿A QUI?N AFECTA EL GOLPE DE CALOR?

Los perros y gatos más propensos al golpe de calor son los cachorros y los ya mayores. Los que también tienen un factor de riesgo elevado son los animales de capa negra, ya que absorben más el calor que los de capa clara.

Los perros que hacen ejercicio en tiempo caluroso, como el Greyhound, y los perros y gatos que tienen el morro chato, como el bulldog o el persa, también son más propensos a estos colapsos.

SÍNTOMAS DEL GOLPE DE CALOR

El perro o gato que ha sufrido un golpe de calor muestra los siguientes síntomas:

? Está perezoso y sin ganas de moverse.

? Su respiración es rápida o costosa y las mucosas de las encías y de la conjuntiva están azuladas.

? Temblores musculares e incluso vómitos.

? Le aumenta el ritmo cardíaco.

? Se tambalea.

PASOS A SEGUIR ANTE UN GOLPE DE CALOR:

Para bajar la temperatura corporal del animal deberemos llevarlo a un sitio fresco y aplicar frío en las zonas más importantes, como son la cabeza, el cuello, las ingles y las axilas. De este modo, refrescaremos la sangre que va hacia el cerebro, evitando un posible daño cerebral, y bajaremos la velocidad de la respiración.

Deberemos poner al animal bajo un chorro de agua (no muy fría) y humedecerle la boca sin obligarle a beber, puesto que puede que sea incapaz de tragar o que mucha agua lo ahogue. Cuando veamos que la respiración se ha normalizado, podremos sacarlo de debajo del agua, pero manteniendo siempre el control de su temperatura.

Si queremos que el frío le cale rápido, podemos ayudarnos con ventilador o le podemos pasar cubitos de hielo por la nariz, las axilas y por los lados del cuello.

A pesar de todos estos esfuerzos, es fundamental que cuando nos sea posible, llevemos al perro o gato al veterinario. ?ste deberá hacerle un reconocimiento y administrarle la medicación adecuada para acabar de recuperarse.

Fuente: Fuente: (mundoanimalia.com)
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