Cuando el precio del oro disimula la ineficiencia en procesos de beneficio

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En general, las operaciones del sector de la pequeña minería aurífera en Bolivia se caracterizan por ser tecnológicamente desactualizadas, ineficientes y ambientalmente no adecuadas, de ahí la necesidad de implementar regulaciones más estrictas y un proceso de asistencia técnica especializada.

La gran mayoría de las operaciones que trabajan sobre yacimientos primarios (roca dura), que contienen vetas de cuarzo aurífero, acompañados generalmente de sulfuros metálicos o sus óxidos, donde el oro se presenta tanto como oro visible macroscópicamente y también entre crecido en los sulfuros, han optado por la práctica negativa de echar mercurio directamente en los diferentes equipos de molienda, para moler y amalgamar simultáneamente en la misma unidad. En las actuales plantas de tratamiento (mal diseñadas y dimensionadas), los operadores han optado por prescindir de etapas importantes del proceso tales como la trituración y concentración gravimétrica. El oro recuperado es extraído como amalgama de los molinos, sin embargo, es un hecho comprobado que la eficiencia de estos sistemas de tratamiento no supera el 40 % en la recuperación del oro. Es decir que de cada 10 gramos de oro que ingresan a la planta, solo se recuperan 4 y los restantes 6 se van en las colas o relaves.

El uso del mercurio en la minería aurífera primaria representa sin dudas uno de los impactos ambientales más graves. Por la trituración intensa en los molinos la mayor parte del mercurio se atomiza, formando la llamada harina de mercurio que no sirve para amalgamar. Esto obliga a los mineros a utilizar más mercurio, hasta 10 veces la cantidad de oro extraído. Debido a que casi ninguna operación dispone de un apropiado sistema de almacenamiento de colas, la harina de mercurio generada por los molinos se va junto con las colas a los ríos.

Lo malo de esta forma de trabajo es que no solamente se produce una muy fuerte contaminación del medio ambiente, sino que también se depredan recursos mineralógicos valiosos al obtener recuperaciones de oro sumamente bajas. Esto significa que, al mejorar el proceso, paralelamente se puede minimizar el impacto ambiental, también elevar la recuperación de oro y por ende el ingreso económico de los mineros.

Plantas o ingenios que no utilizan mercurio en circuito abierto son técnicamente posibles, económicamente viables y ambientalmente sostenibles; lo único que se requiere es mejorar sobre todo los circuitos de molienda, concentración gravimétrica y optimizar la amalgamación en circuito cerrado. Operadores mineros con ganas de cambiar y mejorar sus procesos existen, más que todo por beneficio económico que les reportaría, así como mejorar la imagen de sus operaciones productivas y la aceptación de la sociedad.

Los mineros saben y conocen perfectamente de la ineficiencia de sus sistemas de beneficio, pero en estos momentos el precio del oro en el mercado internacional les permite obtener ingresos aceptables, aun trabajando mal. "Lo importante es el oro que se recupera de la manera más rápida y no interesa el oro que se pierde ni la cantidad de mercurio que se utiliza", esa parece ser la lógica.

(*) Ingeniero Metalúrgico - Asesor Técnico Proyecto BGI. Investigador