Braga Netto aseguró que las estadÃsticas de septiembre ya permiten percibir una reducción de los altos Ãndices de criminalidad que asustaban a RÃo de Janeiro pero aclaró que este no era el objetivo principal de la intervención.
"La meta principal es reorganizar las fuerzas de seguridad pública de RÃo de Janeiro y dotarlas con los recursos humanos y materiales que necesitan para garantizar la seguridad, y eso lo estamos consiguiendo", aseguró.
Explicó que, tras seis meses y pese a las trabas burocráticas que tan sólo le permitieron asumir realmente la situación en julio, ya fueron invertidos 1.200 millones de reales (unos 292,7 millones de dólares) en cursos de formación y en materiales para equipar las fuerzas de seguridad.
Entre el material adquirido destacan 30.000 nuevas armas, un millón de municiones, 3.605 vehÃculos policiales, 24.000 chalecos antibalas y 100 equipos de trabajo para la PolicÃa Judicial.
Agregó que, pese a que no es perceptible para la sociedad, lo más importante alcanzado hasta ahora es la formación y capacitación de los policÃas y la creación de una nueva mentalidad entre los agentes de los organismos de seguridad.
"Lo más importante es lo intangible, lo que hemos logrado con los cursos de formación y con la creación de un nuevo tipo de policÃas. Ese será el verdadero legado de la intervención", afirmó el oficial, quien aclaró que no está al mando de una intervención militar en sà sino de un proceso de reorganización de las fuerzas de seguridad para permitirles que recuperen su capacidad operativa.
Esa violencia causó tan sólo el año pasado 6.731 homicidios, entre ellos más de 100 policÃas.
Pero las organizaciones no gubernamentales que hacen un seguimiento a la intervención alegan que las propias estadÃsticas oficiales indican que la criminalidad ha aumentado desde que los militares asumieron el control del orden público en RÃo.
Según el Observatorio de la Intervención, que agrupa a varias organizaciones de defensa de los derechos humanos, entre febrero y agosto de este año el número de tiroteos en RÃo saltó un 41 % frente al mismo perÃodo de 2017, hasta 5.712.
Pese a que algunos indicadores criminales cayeron en agosto en comparación con el mismo mes del año pasado, como los homicidios dolosos (-10 %), los robos de vehÃculos (-15 %) y los robos de cargas (-20 %), otros crecieron en la misma comparación, especialmente el de civiles muertos en operaciones policiales, que saltó un 150 %, hasta 175 casos en agosto de este año.
Fuente: RÃo de Janeiro, 25 (EFE)
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