Rodolfo Fuertes, neurocirujano dedicado plenamente a su profesión

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El neurocirujano Rodolfo Fuertes Barrové, es un profesional con casi 40 años de servicio en el área de la salud, se ha dedicado íntegramente a esta noble profesión atendiendo a la población orureña que acude a los servicios públicos, privados y de seguridad social, además, es un docente entregado en la formación de futuras generaciones de galenos, en la Universidad Técnica de Oruro (UTO).

"Uno de mis logros más importantes es seguir ayudando a la gente, quienes precisan de algún procedimiento de cirugía, yo creo que esta es la satisfacción más grande que tiene cada médico, quien todos los días debe mejorar y actualizarse", expresó.

Fuertes, egresó de la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier (USFX) de Chuquisaca, en 1981; realizó un año de provincia, posteriormente, trabajó en Potosí y en 1986 viajó a Buenos Aires, Argentina, para realizar su especialidad en neurocirugía en el hospital "Alejandro Posadas", tras quedar encantado por ese país vivió allá aproximadamente por 15 años.

El 2002, tras el fenómeno económico del "corralito", retornó a Bolivia, a partir de octubre de ese año trabajó en el Hospital General San Juan de Dios, fue uno de los tres únicos especialistas en neurocirugía del departamento orureño.

"La diferencia es abismal en la atención en salud entre Argentina y el país, estamos atrasados, sobre todo en la formación de recursos humanos, falta un montón de gente para atender con calidad y calidez a la población", señaló.

En la actualidad, trabaja medio tiempo en el Hospital San Juan de Dios, también en el Hospital Obrero Nº 4 de la Caja Nacional de Salud (CNS), desde el 2014 como personal institucionalizado y desde el 2010, atiende a sus pacientes en la Clínica Urme (Urgencias Medicoquirúrgicas).

Uno de sus logros más importante es haber adquirido la Clínica Urme en función a un trabajo tesonero de él y toda su familia, en el tema académico se destaca como docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTO, imparte clases a estudiantes de quinto año en las materias de neurología y neurocirugía desde hace ocho años.

En Buenos Aires conformó la Asociación de Profesionales Bolivianos (APBA) desde 1989 hasta el 2002, donde realizó el proyecto de un hospital para la comunidad boliviana, que se espera sea concretado pronto.

Para él, la medicina es una vocación en la que se prioriza el bienestar del paciente, en desmedro de una vida considerada "normal", ya que se debe trabajar las 24 horas por salvar vidas.

Su mensaje para las nuevas generaciones, es continuar en constante actualización y especialización para estar a la par de la ciencia médica y la tecnología.

"En este contexto donde la actividad médica es criticada y amenazada, sobre todo por el Gobierno, el cuerpo médico debe estar unido en función a nuestros pacientes y las nuevas generaciones de médicos, porque los que elegimos esta carrera nunca estaremos arrepentidos de lo que hacemos", finalizó.