El art铆culo que aparece forma parte de "Teberinto", obra testimonial escrita por Hern谩n Land铆var Flores acerca de los sucesos ocurridos en 1959 durante el primer gobierno del MNR (1956-1960)
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Una rara incomprensi贸n hacia el pueblo cruce帽o, estalla cada cierto tiempo en Bolivia.
Se calumnia y se humilla a ese pueblo digno y generoso.
Unas veces, se califica a sus moradores de "separatistas", "filibusteros" o "anexionistas". Y, el pueblo cruce帽o, en las horas tr谩gicas de la patria, siempre ha respondido con valor y decisi贸n.
Sus hijos, hombres y mujeres dieron su sangre en la Guerra del Pac铆fico, en el Acre, en la Guerra del Chaco y all铆 donde la Patria lo exig铆a.
驴Por qu茅 se calumnia a sus hijos? 驴Por qu茅 peri贸dicamente se invade su suelo por sus hermanos del altiplano, lo que no han podido hacer los ej茅rcitos extranjeros?
La primera invasi贸n que sufri贸 Santa Cruz de la Sierra fue el a帽o 1877, bajo la presidencia del Gral. Hilari贸n Daza.
El doctor Andr茅s Ib谩帽ez, por el delito de haber pedido un gobierno federal, fue perseguido y tomado prisionero en la frontera con el Brasil, y en el lugar denominado San Diego fue fusilado con tres de sus amigos, por el Gral. Villegas.
Bajo la Presidencia de don Bautista Saavedra, en 1924, una segunda invasi贸n sufre el pueblo cruce帽o. Esta vez, las fuerzas del gobierno est谩n dirigidas por el general alem谩n Hans Kundt, quien comete toda clase de excesos. Apresa a casi toda la juventud cruce帽a y se da a la cacer铆a de los que tuvieron la suerte de huir.
Pero estas dos invasiones, no tuvieron las repercusiones de las dos que orden贸 el Presidente Hern谩n Siles Zuazo, en 1958 y 1959.
El 14 de mayo de 1958, el "jesucristiano" Siles Zuazo, queriendo emular a Hilari贸n Daza y Bautista Saavedra, ordena la invasi贸n de Santa Cruz por hordas de indios de Ucure帽a, quienes eran dirigidos por militares milicianos que no honraban al Ej茅rcito Nacional: Coronel Eduardo Rivas Ugalde, Pablo Acebey, Ciro Mealla, Ronald Monje Roca, Julio Prado Monta帽o, Claudio San Rom谩n, y el heroico Gral. Ren茅 Gonz谩lez T贸rrez.
Una nueva invasi贸n se produce contra Santa Cruz, el 26 de junio de 1959.
El mismo Presidente Hern谩n Siles Zuazo, asesorado por el infalible "Fuch茅" boliviano, W谩lter Guevara Arze, vuelca toda su maldad y crueldad contra los moradores de la capital oriental.
Las mismas hordas del a帽o anterior penetran m谩s hondo en el territorio cruce帽o y avasallan con todo lo que encuentran. Cientos de j贸venes son acorralados y tomados prisioneros y enviados a La Paz y Cochabamba.
隆Son torturados infamemente!
Los milicianos de Ucure帽a al mando del coronel miliciano Ronald Monje Roca, disparando en pocos minutos m谩s de veinte mil cartuchos, ingresan a paso de vencedores portando ametralladoras pesadas, morteros, livianas, pistones, bazucas, armas blancas, machetes y cuchillos.
Toda la ciudad es inundada de esa mugre desenfrenada. Y los gritos soeces y canallescos retumban por todas partes:
-"隆Abajo el Pinto! 隆Mueran los cruce帽os! 隆Queremos sangre cruce帽a! 隆Abajo Santa Cruz! 隆Viva Ucure帽a! 隆Que salgan los hijos cruce帽os! 隆Mueran las cruce帽as! 隆Viva el MNR! 隆Viva Siles Zuazo! 隆Muera Falange!"
Los calificativos dados a la mujer cruce帽a fueron canallescos y no se pueden repetir. Basta decir que un anciano, don Santiago Ortiz, en el colmo de la indignaci贸n, no aguant贸 m谩s y se enfrent贸 a los malvados y los increp贸.
Fue brutalmente golpeado con las culatas de los fusiles, y salv贸 la vida gracias a la intervenci贸n de un joven oficial de ej茅rcito.
Ocho mil invasores recorr铆an las calles de la ciudad en desfile de vencedores, prosiguiendo con los insultos y apaleando a quienes encontraban.
Por la noche, se dieron a la tarea de pintar las paredes con insultos tan soeces, que asqueaban. Luego, al d铆a siguiente, se dieron a la tarea de perseguir a los pr贸fugos.
La labor persecutoria de las milicias de Ucure帽a dio lugar a los asesinatos del 19 de mayo, donde cinco falangistas fueron b谩rbaramente torturados y muertos, en las formas que luego narrar茅.
驴Cu谩l es el delito del pueblo cruce帽o? 驴Por qu茅 tanto odio de Siles Zuazo y Guevara Arze?
Santa Cruz es un pueblo distinto a todos sus hermanos de Bolivia. No hay diferencia de idiomas y su raza es blanca. Parece un lunar en la conformaci贸n territorial. Sus costumbres, su forma de vida, difieren enormemente de sus hermanos del altiplano.
Su gente es despierta, es vivaz y parlanchina. Su franqueza llega al extremo de la idiotez. Por esta raz贸n se nos califica de impulsivos, irreflexivos y hasta de atolondrados.
Esta nuestra forma de ser nos trae m谩s de un sinsabor y tenemos el grave defecto de ser sobradores. Nos creemos m谩s que otros y muchas veces menospreciamos a la gente que no es del lugar.
Por estas diferencias de raza y costumbres, nuestros hermanos del interior desconf铆an de los cruce帽os y se les ha metido a la cabeza de que Santa Cruz desea independizarse, anexarse. Nos tildan de separatistas, anexionistas y hasta de filibusteros.
Este grave error y desconfianza de nuestros hermanos del altiplano, obliga a que los gobiernos centrales cometan los delitos de invasiones peri贸dicas con la consiguiente secuela de atropellos y violaciones.
Justo es reconocer, que muchos cruce帽os son culpables de estas arbitrariedades.
En el caso que he de narrar, fue un cruce帽o que ya traicion贸 a La Patria en plena contienda b茅lica, en la Guerra del Chaco, Heberto 脕帽ez, quien encontr贸 su hogar natural en el MNR, el que difam贸 y convenci贸 al Gobierno de Siles Zuazo del "separatismo" de Santa Cruz.
Desde las envenenadas columnas del diario oficial, "La Naci贸n", del que era su director, este traidor confeso y sentenciado por el Presidente Jos茅 Luis Tejada Sorzano a la pena capital, y que salv贸 la vida gracias a la generosa intervenci贸n del pueblo cruce帽o ante el Presidente de la Rep煤blica, pag贸 con creces a su pueblo. Se vendi贸 a los pilas y traicion贸 a Bolivia.
Y, como naci贸 para traidor, como tal morir谩.
Traicion贸 a Santa Cruz por una paga miserable. Se puso al servicio incondicional de la tiran铆a. Y, abon贸 el terreno para que las hordas de Ucure帽a invadan y violen a sus hermanos cambas.
El Gobierno, por medio de este Pilato, acus贸 al Comit茅 Pro-Santa Cruz dirigido por el doctor Melchor Pinto Parada, de estar queriendo anexar Santa Cruz al Brasil. De querer separarse de sus hermanos del collado. La diatriba de los traidores lleg贸 a los extremos m谩s delictivos.
El solo recordar aquella infamia, da verg眉enza y causa dolor.
Como Siles Zuazo y Guevara Arze, no pod铆an mellar la moral del pueblo cruce帽o, mediante su desleal campa帽a de la prensa oral y escrita, pues el pueblo cruce帽o soport贸 estoicamente esa racha de calumnia y difamaci贸n; busc贸 la forma de sentar la mano al pueblo cruce帽o a cualquier precio.
Y la ocasi贸n se le present贸 el 14 de mayo de 1958.
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