Loading...
Invitado


Sábado 03 de julio de 2010

Portada Principal
Revista Tu Espacio

Rincones de Mi Tierra

Calasaya, de la cal y la “Piedra Parada”.

03 jul 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: Maurice Cazorla Murillo

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Nos hemos quedado en nuestras últimas ediciones en el Municipio de San Pedro de Totora, valorando los hermosos lugares henchidos de cultura y tradición; en este sentido, serán muchos más espacios que podremos encontrar para valorar aquellos lugares que son rincones desconocidos para el citadino que por este medio se intenta difundir.

En esta oportunidad, nos detenemos en una comunidad que otrora era conocida por sus vínculos comerciales en las grandes ferias organizadas en época pasada, se trata de la comunidad de Calasaya, que se encuentra al noroeste de la capital del municipio San Pedro de Totora, a una altura de 4399 metro sobre el nivel del mar. Hasta antes de que se inaugurara el camino internacional Patacamaya – Tambo Quemado, la carretera que conectaba a la frontera con la ciudad de Oruro pasaba precisamente por esta comunidad siguiendo su recorrido desde la población de Curahuara de Carangas Crucero para continuar por Huayllamarca, Ñequeta y la Joya otorgándole a Calasaya los beneficios de un pueblo intermedio en una carretera, que pese a ser de ripio hace una veintena de años era muy transitada.

Anteriormente la comunidad era conocida con el nombre de “Llallawa”, en época republicana se la denominó Calasaya que debe su nombre a dos acepciones, la primera que tiene que ver con las voces aymaras “q’ala” y “saya” cuya traducción es interpretada como “Piedra Parada”; sin embargo, los yacimientos blanquecinos de yeso y cal orientaron el nombre a “ciudad de cal” o simplemente “Calasaya”, sin descartar ambas acepciones se puede destacar en el cerro principal de esta comunidad una piedra parada en un cerro blanquecino.

La historia de esta comunidad es amplia; sin embargo, los antecedentes documentales nos orientan a época de la conquista, periodo en el cual el cerro de la comunidad era explotado para la extracción de minerales que la ambición hizo que los pobladores trabajasen incluso como esclavos, actividad que como era lógico concluyó con el agotamiento de sus vetas.

En época republicana se erige la pequeña iglesia dedicada en honor de la Virgen de la Merced, o conocida para la comunidad como “Virgencita de las Mercedes”, que de acuerdo a la tradición oral obedece a un milagro notificado al Arzobispado de Sucre en el siglo XIX ante la aparición de una mujer y una paloma blanca; la fiesta patronal se celebra cada 24 de septiembre con la presencia de todos los pobladores e incluso de quienes residen en el interior de la República y del exterior del país, promoviendo por varios días una festividad imbuida en una gran riqueza cultural.

Lo más característico de la comunidad, y que es una constante en todo el municipio, es la tarqueada, cuya melodía y la excelente ejecución hicieron que en la entrada del Anata Andino del año 2009 se destacarán en relación a todas las representaciones del departamento, lo que hace que la música sea parte importante de todos sus habitantes. Sin embargo, la tarqueada es tradicional también en época de la fiesta de Todos los Santos que se interpreta como el desentierro de la Tarq’a que se desarrolla hasta la Pascua de Semana Santa, toda esta temporada se caracteriza por la lluvia que riega el campo que augura una buena cosecha la cual termina con una fiesta de agradecimiento.

Esta comunidad, que otrora fue pujante, queda olvidada pero sin dejar de lado su magnífica presencia en cultura y tradición como muchos otras en el Departamento que aún falta descubrirlas para los Rincones de Mi Tierra.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: