Amor - Salud - Dinero

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Existe una frase muy conocida de la sabiduría popular que se utiliza mucho para alegorizar los valores, dones, atributos o bendiciones más importantes, que todo ser humano aspira y desea lograr en su vida: “Salud, Dinero y Amor”, en ese orden de importancia, todos en el mundo occidental deseamos sinceramente para nosotros y para el prójimo, cuando anhelamos expresar nuestros más caros deseos.

En las culturas más espiritualizadas de oriente también se desean estos parabienes, pero el orden de importancia es diferente, ellos desean primero, como atributo principal: “El Amor”, en segundo lugar de importancia “La Salud” y en tercer lugar como consecuencia de los dos anteriores, la prosperidad, “El Dinero”.

El Amor es lo primero que debemos desarrollar en nosotros. Encarnar ese Amor que es el sumun de todas las virtudes, ese Amor que es la expresión de la sabiduría, que es sabiduría misma en acción, debería ser la prioridad superlativa de nuestras vidas, siendo las virtudes espirituales, esos frutos maravillosos del árbol de vida: Castidad, Humildad, Serenidad, Filantropía, Altruismo, Diligencia y Templanza, las vivas expresiones de ese Amor Consciente en nosotros.

La manifestación del Amor en nuestro universo interior es la fuente de: paz, armonía, felicidad, plenitud, equilibrio y alegría natural, que son la base de una perfecta salud, ya que la perfecta salud se da como consecuencia del equilibrio de todas las energías que fluyen y refluyen en nosotros, por el contrario la enfermedad se manifiesta en nosotros por un desequilibrio de los diferentes niveles energéticos de nuestros cuerpos. Todas las enfermedades son psicosomáticas, es decir que nosotros mismos las causamos inconsciente o conscientemente, en nuestro interior, mediante la manifestación de: traumas, complejos, temores, conflictos, desarmonía, infelicidad, ignorancia, etc., que son energías volitivas, mentales y emocionales opuestas al amor, teniendo como raíz el lado oscuro de nuestra naturaleza, representada por el Ego plural, que se expresa a través de los siete defectos capitales que son: la lujuria, el orgullo, la ira, la codicia, la envidia, la pereza y la gula.

El Amor es también la causa de la prosperidad, el bienestar, la abundancia, la bienaventuranza, en síntesis, si estamos polarizados con el amor, no nos faltará salud, ni dinero que es sólo un recurso que fluye y refluye de acuerdo a como lo sepamos atraer o repeler.

El Maestro Jesús nos da una hermosa clave sobre este tema: “Buscad el reino de los cielos y lo demás se os dará por añadidura”. Buscad encarnar el amor divino, que es el reino de los cielos en la tierra y lo demás, (salud y dinero) se os dará por añadidura, como consecuencia natural.

Por lo tanto si nos dedicamos plenamente a encarnar el amor divino de instante en instante, de expresarlo de momento en momento, estemos seguros que viviremos plenos de salud y llenos de abundancia y prosperidad, experimentando felicidad verdadera, en perfecta paz y armonía.

Fuente: LA PATRIA