La información como medio eficaz de prevenir la trata y tráfico de personas

(Continuación)

Recapitulando sobre el delito de trata y tráfico de personas, habíamos mencionado las etapas propiamente dichas de este delito, siendo estas: la captación y el traslado y las características de cada una de las mismas, las cuales son esenciales de conocer por nuestros lectores, ya que del conocimiento o no que se tenga de esas etapas, se podrá prevenir una serie de manifestaciones respecto a la trata y tráfico.

Hoy nos referiremos a la siguiente etapa, que es la Acogida, la cual se da una vez efectuado el traslado de la víctima fuera de su lugar de residencia. Esta etapa consiste en albergar a la víctima en algún lugar donde pueda vivir; claro está que esto dependerá si el traslado fue efectuado de manera violenta o con el asentimiento de la persona.

Sucede lo contrario cuando la víctima fue llevada con engaños, es decir, cuando existe de por medio la voluntad de la persona a ser trasladada a otro lugar, donde el tratante luego del traslado lleva a la persona a viviendas en las cuales se encuentran otras víctimas, con las cuales comparte su diario vivir y tormento; en este punto la víctima no tiene opción alguna de imponer y menos sugerir o dar opinión alguna de su aceptación o no, simplemente es sometida a todo lo que los tratantes vayan a obligarles a hacer, cumpliendo el fin por el cual fueron captadas. Sin embargo, la permanencia en estas casas no son gratuitas, ya que se deben pagar por los servicios que se les ofrece, momento en el cual entra en juego el papel del tratante quien valiéndose de todo lo que supuestamente hicieron por las víctimas empiezan a explotar y a generar recursos valiéndose de estas.

La explotación, considerada como etapa final del delito de trata y tráfico, viene a ser como tal, el acto más degradante que se puede hacer contra una persona, dependiendo obviamente el ¿Para qué? fue captada la persona. Recordemos entonces, que en una edición anterior habíamos indicado que existe un determinado uso que se puede dar a la víctima, dependiendo especialmente de la edad y el sexo.

En el caso de los niños y niñas por lo general son utilizados para el tráfico de órganos, las adolescentes y mujeres en una edad promedio, son utilizadas para la explotación sexual, y los adolescentes varones para una mendicidad forzada o la explotación laboral.

¿Que entendemos entonces por explotación de una persona? Consiste en el abuso, uso o comercialización de una persona en beneficio de un tercero. En el caso específico, es decir, la trata y tráfico, la víctima es desposeída prácticamente de todo derecho al cual pueda acogerse, perdiendo básicamente su calidad de persona llegando a ser considerada solo como un objeto del cual se pueden servir los tratantes, y así de esta forma obtener ganancias a costo de su uso, en otras palabras la victima tiene que producir dinero mientras pueda hacerlo y en el caso de ya no generar ganancias, simplemente es desechada, es decir, pierde la vida y termina enterrada en una fosa juntamente con otras víctimas.

En esta parte, el lector se preguntará y analizará en su fuero interno, lo cruel que es la consumación de este delito, lamentablemente es así, las cifras y datos que se tienen de casos de trata y tráfico de personas y migrantes en otros países son demasiado alarmantes, debido a que las víctimas solo son cuantificadas e ingresan a ser parte de estadísticas, ya que las redes criminales de estos delitos transnacionales se encuentran demasiado organizadas, por tanto la lucha que se ejerce es frontal y el concurso no solo de la Policía y las instituciones llamadas por ley interviene, sino también el rol que juegan los diferentes Estados y el compromiso de estos en paliar este delito.