Uno de los problemas del último tiempo, constituye la sostenibilidad de los cultivos de la quinua, el conocido "grano de oro", que ha descendido en volumen de producción y por lo mismo en sus niveles de comercio interno y más aún en las exportaciones a varios países que demandan un mejor aprovisionamiento del reconocido alimento nutricional.
Como una causa para el bajón productivo, se mencionó el disminuido uso de semillas certificadas, que apenas llegaba meses atrás a sólo un 4 por ciento de los cultivos, lo que ocasionó que la producción de quinua se vea reducida a 600 kilos del cereal por hectárea, mientras que en el caso del Perú se registra el doble de beneficio y los agricultores del grano compensan sus costos operables.
La referencia corresponde al director del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) al señalar la preocupación sobre los índices de cultivo y calidad de la quinua, aclarando que hay necesidad de encarar el desarrollo de técnicas que mejoren el rendimiento de la superficie cultivada y una alternativa en tal sentido es el uso de semillas certificadas, que puede incrementar en 25 por ciento el rendimiento de los cultivos.
En el Iniaf admiten que no es fácil entender los beneficios del uso de semillas certificadas, pero se observa claramente el impacto en el rendimiento y los volúmenes que se han logrado con experiencias de algunos sectores que recurrieron al uso de las semillas certificadas y que están siendo promovidas por la institución que además tiene el reto de asesorar a los quinueros.
Uno de los principales retos del tiempo presente es asegurar la sostenibilidad de los cultivos de quinua para responder a la expresa demanda por parte de países que reclaman la quinua boliviana, aunque tengan ofertas más baratas de otra procedencia, el hecho invariable es la cualidad alimenticia y su valor de nutrientes que sólo se dan en el grano de oro del altiplano boliviano.
A propósito de estos hechos que alteran los planes de cultivo en la zona occidental del país y la necesidad de incrementar la producción por hectárea se hace necesaria también una política de apoyo financiero al sector, incluyendo a todos los agricultores para lograr volúmenes y precios competitivos con los que rigen especialmente en la zona peruana.
Las organizaciones que afilian a los productores de quinua, reclaman de las autoridades de Gobierno, políticas más definidas en este rubro de actividad, considerando que pasado el "Año Internacional de la Quinua", no se ha producido ningún incentivo serio para superar problemas climatológicos y otros que causaron pérdidas y especialmente una disminución del producto en el mercado nacional e internacional.
En el caso de productores paceños, especialmente en el municipio de San Pedro de Curahuara, se viabilizó a través de la Gobernación de ese distrito desarrollar un proyecto de producción de quinua a gran escala, con lo que se espera competir a la producción peruana.
Los quinueros del occidente orureño esperan recibir un apoyo financiero, que les permita mejorar semillas, aumentar el rendimiento por hectárea sembrada, pero además incursionar con mayor decisión en la transformación industrial del producto en barras nutritivas, pipocas, grajeas y preparados especiales para culinaria, manteniendo en todos los casos el valor nutritivo de la quinua real de Bolivia.
Es urgente cuidar la sostenibilidad de los cultivos de quinua e impulsar su transformación industrial
Fuente: LA PATRIA
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