La palabra "narcoestado" no está en el diccionario de la lengua española, pero se la utiliza para designar a los estados que de algún modo se encuentran involucrados en el negocio ilícito de las drogas. Hace unos días, en una reunión informal del Consejo de Seguridad de la ONU, según Panam Post (es.panampost.com), la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, "dio las declaraciones más fuertes que ha ofrecido como representante del gobierno de Donald Trump; sus afirmaciones desnudaron lo que durante años se convirtió en un "secreto a voces".
La Embajadora Haley, refiriéndose a Diosdado Cabello, el segundo hombre más poderoso del chavismo, dijo: "Es también un ladrón y un narcotraficante que utiliza su poder para llenar sus bolsillos" y que esta situación "confirma desde todos los ámbitos que Venezuela se convirtió en un "narcoestado" que "incluso monitoreó a otros narcotraficantes para sustraerle los fármacos y eliminar la competencia".
Anteriormente, sin embargo, otros funcionarios estadounidenses, "como el senador Marco Rubio, habían mencionado a Cabello como un "capo" de la droga en Venezuela; sin embargo, Haley, como vocera del gobierno de Donald Trump, ofreció una confirmación oficial y sin precedentes" dice Panam Post.
Pero no es la primera vez -y seguramente no será la última- que funcionarios de alto rango de un gobierno aparecen involucrados en el tema del tráfico de drogas. El año 1982, la DEA estadounidense había "sugerido" que funcionarios gubernamentales cubanos participaban del tráfico de drogas hacia el estado de Florida. A tales insinuaciones Fidel Castro había reaccionado con indignación, por supuesto.
La DEA, por su parte, había obtenido información al respecto, de un traficante colombiano sometido a juicio en el estado de La Florida, Johnny Crump Pérez. Este narcotraficante había manifestado que fue él, el que presentó al entonces embajador de Cuba en Colombia Fernando Ravelo Renedo a un narcotraficante colombiano de nombre Jaime Guillot Lara, el año 1979. "Desde entonces hasta 1981, según las declaraciones de Crump, Guillot había dirigido operaciones que trasladaban "qualudes" y marihuana a través de Cuba, al estado de La Florida. Al mismo tiempo, este suministraba armamento a la entonces guerrilla izquierdista M-19 en Colombia. En la operación participaba Ravelo, Aldo Santamaría (Vicealmirante naval) y otros prominentes oficiales cubanos ("El Diario", 30,VII,89; "Los Eslabones de la Droga", Alcaraz, 1989).
Fue entonces que, tras el más grande escándalo al que tuvo que enfrentarse Fidel Castro, Cuba terminó fusilando a cuatro oficiales de un total de 14 acusados formalmente de tráfico de drogas (Los rumores de entonces, solo rumores, ojo, decían que tan extrema medida fue "para "cubrir" las apariencias).
Lo curioso es que tanto Cuba (entonces y ahora), como Venezuela, son gobiernos izquierdistas con odios casi viscerales a los Estados Unidos. Tal vez por eso, la prensa de entonces al difundir las declaraciones de David Lorenzo Pérez, un cubano-estadounidense participante de lo que se dio en llamar "la conexión cubana", transcribió que un oficial cubano se había dirigido a sus compañeros con estas palabras: "Estamos felices de trasladar toda esta cantidad de droga hacia los Estados unidos". Las connotaciones de la frase, se la dejamos al lector?
(*) Médico, escritor e investigador
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