Cómo adaptarse a una prótesis dental removible

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La prótesis dental removible, es un tratamiento para reponer los dientes perdidos, que se puede (y debe) quitar de la boca para su limpieza y cuidado. Pueden ser "completas" o "parciales" dependiendo de si sustituyen a todos los dientes o solo algunos. Las cargas de la masticación se trasmiten a la encía y a los dientes remanentes cuando los hay, por lo que se perciben pequeños movimientos o acolchamiento al masticar. Estos aparatos se sujetan a los dientes propios por retenedores normalmente conocidos como "ganchos".

Adaptación y acostumbramiento: Las prótesis removibles no son meros instrumentos mecánicos, trasmiten fuerza a los dientes, a las encías y al hueso, requieren un especial cuidado de adaptación cuya duración varía según las personas y las prótesis (normalmente varias semanas). Al final es necesario que tenga paciencia y que, durante este periodo de acostumbramiento, acuda a realizar las adaptaciones y correcciones que sean necesarios.

Al principio: Notará una sensación extraña, de ocupación, que irá desapareciendo paulatinamente.

-Puede tener algunas dificultades en la pronunciación, debido al espacio que ocupa la prótesis. Para corregirlas más rápidamente, es aconsejable entrenarse a leer o hablar frente a un espejo, siempre en voz alta.

-Es probable que se muerda fácilmente en las mejillas y la lengua, por su tendencia a introducirse en los espacios donde faltan dientes, pero aprenderá a evitarlo.

-Opresión o dolor en dientes y encías (sobre todo al morder o cerrar la boca), que suelen desaparecer en poco tiempo, a medida que "encallecen" las mucosas y los dientes naturales remanentes se adaptan a las fuerzas que reciben.

A pesar de la inevitable limpieza diaria en el domicilio, no es posible evitar que con el tiempo se produzcan depósitos superficiales de: placa bacteriana, sarro y manchas. Con estos acúmulos, las prótesis adquieren un aspecto desagradable y son portadoras de bacterias y gérmenes, causando mal aliento, inflamación crónica y gingivitis, daños en la dentición remanente sana y pérdida de la función de la prótesis. Por eso las prótesis se deben limpiar, al menos una vez al día, con un cepillo especial para prótesis (de venta en farmacias) o un cepillo de uñas con cerdas de nailon, y un poco de pasta dentífrica o, desinfectante de prótesis, para evitar la formación de sarro y el depósito de tinciones.