El referéndum, un error político

Los que convocaron al referéndum del 21 de febrero de 2016, para aprobar la repostulación de los primeros mandatarios, han cometido un error político, por desesperación y la angurria de poder, a sabiendas, que no era oportuno, cuando, deberían hacerlo después de haber culminado su gestión administrativa, así, no hubieran forzado, las decisiones del Tribunal Supremo Constitucional, además existe la necesidad de revisar la Constitución Política del Estado, para evitar estas contradicciones de interpretación. Quien opina distinto está en la mira, de ser perseguido por sus ideas, esta forma de actuar, tampoco es democrática, por quienes están coyunturalmente en el aparato político.

Debemos defender la institucionalidad democrática, lograda con la lucha de los trabajadores y el pueblo, con todas sus virtudes y defectos, en un pacto social, en base a la CPE y si existe disconformidad, es necesario modificarla a través de una constituyente y un referéndum y no arbitrariamente, dejando atrás la intimidación a las personas que defienden la democracia real. Los autores del referéndum de consulta al pueblo, deben estar arrepentidos, por haber convocado, porque les salió, el tiro por la culata, sin embargo, están circulando diferentes argumentos para justificar el error, según los ciudadanos humildes, estos problemas continuarán hasta que se dirima en las elecciones generales.

Para evitar que continúe la disconformidad de las protestas, los parlamentarios han aprobado en forma apresurada la nueva Ley de partidos políticos. En esta ley de partidos políticos, se habla de elecciones primarias, para democratizar, elegir sus candidatos para la primera magistratura del país, cuando algunos partidos ya tienen elegidos, además ya están organizados, en cambio, los otros grupos están en proceso de organización, tienen poco tiempo y mucha gente que no pertenece a ningún partido político, estará al margen de lo que ocurra, por quienes ostentan el poder político, sirviendo solamente de escalera, para aquellos grupos o camarillas, que vayan usufructuando.

Los bolivianos han sido gobernados por presidentes dictatoriales que no respetaban los derechos humanos, la libertad de expresión, de organización, pensamiento, aquellos que opinaban lo contrario, eran perseguidos, torturados, exiliados y asesinados. La democracia boliviana, fue conquistada por una larga lucha, con sacrificio, sangre, por los trabajadores obreros, mineros, fabriles, indígenas, campesinos, estudiantes universitarios, maestros, gremialistas y otros sectores. Con las elecciones primarias se debe orientar a la mayor democratización de los partidos, en especial del oficialismo, pero no en forma apresurada, sino que es un proceso paulatino, buscando la mayor participación de los trabajadores, del pueblo. Es una necesidad de democratizar a los diferentes partidos políticos, para evitar el caudillismo, que tanto daño hace a la vida democrática. La idolatría a una sola persona, resulta antidemocrática, así tenga cualidades positivas para gobernar el país.

Con la nueva Ley de partidos políticos, para las elecciones primarias, se está movilizando a las diferentes organizaciones políticas en busca de alianzas, desestimando sus principios filosóficos, programas de trabajo y con esas actitudes, existe el peligro de defraudar los intereses de los trabajadores y del pueblo. Los que tienen controlados los diferentes poderes del Estado están con mayor ventaja, con relación a las agrupaciones ciudadanas, obligándoles para que se inscriban en los partidos políticos, para ejercer sus derechos de ciudadanos. A estas alturas mucha gente todavía no ha comprendido sobre las elecciones primarias.

Cualquier partido que quiera organizarse, tiene que tomar en cuenta los derechos e intereses de los trabajadores obreros, mineros, campesinos, indígenas, la clase media intelectual, estudiantes universitarios, maestros, gremialistas y a todas las clases sociales. No puede haber homogeneización de ideas, de opiniones diferentes, la realidad social y cultural, en la que vive la gente, es la expresión democrática.