Final feliz

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El rostro de emoción de Ambar Fuentes no era para menos, luego de tener nuevamente a su pequeño hijo de dos años y siete meses, Iker Gonzales Fuentes, quien ocho horas antes había sido raptado por Yerson Nina Almanza de 21 años en un sector del mercado Kantuta, zona Noreste de la ciudad de Oruro.

La mañana de ayer transcurría aparentemente tranquila en el mencionado centro de abasto. Ambar es comerciante y vende en dicho lugar. Una pequeña distracción cambió su mundo de paz y se convirtió en una verdadera pesadilla.

A su puesto de venta se aproximó una señora a probarse una prenda de vestir, solo pasaron unos segundos de aquel hecho, cuando el pequeño Iker se alejó un par de metros de su mamá, esta acción fue suficiente, para que Yerson agarre al menor como si fuese su hijo y se lo lleve en brazos con rumbo desconocido.

Simultáneamente, la madre entró en un estado de desesperación para dar con el paradero de su pequeño. Movilizó a todo el mercado para encontrar a su retoño, ya que no concebía una vida sin él.

Mientras la búsqueda comenzó con intensidad, Nina se alejaba calmadamente del lugar, llevando a Iker en brazos, como si nada pasara. Aquel hecho fue corroborado por las imágenes de una cámara de seguridad que estaba en proximidades del mencionado centro de abasto.

DENUNCIA

Sin pensarlo dos veces, colocó la denuncia ante la División de Trata y Tráfico de Personas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc). El personal policial con todas sus unidades se movilizó por las distintas zonas de la ciudad.

El objetivo principal era el control en las trancas y las terminales de buses, al mismo tiempo, la búsqueda de Iker se hizo viral mediante las redes sociales, como el Facebook y el WhatsApp. Toda la ciudadanía estuvo movilizada en busca del niño, quien hasta ese momento no daba rastros de su paradero.

Las esperanzas no morían. A esa búsqueda se sumó la empresa de Radio Taxi Pirámide, cuyos conductores se movilizaron buscando por cada rincón de la ciudad, pero no había resultados.

Las horas pasaban y los pensamientos negativos se apoderaban de la mente de la madre como de los familiares. Pese a esa situación la búsqueda continuaba. Iker ya era noticia nacional, ya que las redes permitieron que su desaparición tenga repercusión nacional.

"Estas ocho horas fueron las más largas de mi vida porque no aparecía mi bebé", dijo la mamá.

HALLAZGO

A las 19:00 horas, el abogado Roberto Fuentes, luego de hacer una búsqueda de su sobrino, se da una pausa para abrigarse. En ese ínterin llega su esposa y le indica que, en la esquina de su domicilio, 6 de Octubre y Teniente Villa, escuchó el llanto de un niño y que una persona la llevaba.

"Me asusto, lo primero que hago es agarrar mi chaqueta y salgo a la esquina. Estaba el tipo con mi sobrino. Poco a poco me fui acercando, le vi a mi sobrino, le hice señas y él respondió, entonces fue que le quité a mi sobrino. Me asusté porque pensé que iba a reaccionar, metió su mano al bolsillo y pensé que iba a sacar algún arma, pero gracias a Dios recuperé a mi sobrino", dijo.

En ese momento no había gente por el lugar para que ayude al tío, sin embargo, la divina providencia hizo que aparezca un amigo de él en un taxi y fue quien atrapó al sujeto cuando intentaba escapar.

El individuo fue llevado a la Estación Policía Integral (EPI) de la plaza Sebastián Pagador y desde ese lugar, ya aprehendido fue llevado hasta el Comando Departamental de Policía.

Allí el pequeño se reencontró con sus padres en una escena que conmovió a los presentes, entre civiles y policías.

Minutos después el jefe de la División de Trata y Tráfico de Personas, teniente Brayan Gonzales, brindó un breve detalle de lo ocurrido e indicó que el tipo pretendía pedir 100 bolivianos por el rescate del pequeño.

Los familiares del infante agradecieron a la Policía, amigos y ciudadanía en general, por el apoyo que brindaron para rescatar a Iker Gonzales Fuentes.

Fuente: LA PATRIA