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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Nacimiento de la Virgen María - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Para una persona su nacimiento es una fecha muy importante que toda su vida recordará y celebrará como la fiesta del cumpleaños en el entorno de sus familiares y amistades. Esta fecha, juntamente con el lugar de nacimiento, el nombre de sus padres y la propia huella digital, son datos claves para la identificación personal, y como tales figuran en el certificado de nacimiento de cada persona y abreviadamente en su carnet de identidad.
Sin embargo en la antigüedad no era fácil saber la fecha de su nacimiento, ya que edran raros los registros de las personas. Tal es el caso de la Virgen María, Aunque obviamente para toda su familia fue una gran alegría, sin embargo, tal como indica la enciclopedia judaica, en los ritos judíos no se celebraba el nacimiento.
Flavio Josefo, reconocido escritor del siglo I, afirma que la ley judía no permitía celebrar el nacimiento. Posiblemente esta prohibición se debía a que el parto estaba considerado como un acto impuro ya que la parturienta al parir quedaba manchada por una impureza legal que le obligaba a purificarse para poder reintegrarse en su comunidad religiosa.
El libro Levítico ordenaba que, si el nacido era varón, la parturienta quedaba impura durante 7 días y además debía permanecer otros 33 días purificándose de su sangre, sin poder acudir al santuario. Si era una niña la que nació, la madre permanecía impura 2 semanas y además otros 66 días para purificarse de su sangre, sin poder tocar ninguna cosa santa ni ir al santuario (Lv 12).
A nuestro juicio más allá de la impureza legal había una razón práctica para proteger a la madre, ya que el marido no podía tener relaciones sexuales con ella durante ese tiempo. De esa manera la madre se curaba de posibles desgarres o lesiones del parto y se evitaban posibles infecciones al tener relaciones sexuales.
En los evangelios del Nuevo Testamento no se menciona el lugar ni la fecha del nacimiento de la Virgen María, ni tampoco el nombre de sus padres, ni de las circunstancias de su nacimiento. Pero hay valiosas referencias en algunos escritos antiguos, que, aunque la Iglesia Católica no los reconoce como libros revelados, sin embargo aportan datos con cierto valor histórico.
Para conocer la vida de la Virgen María es especialmente valioso el "Protoevangelio de Santiago" o sea el primer evangelio, atribuido a Santiago. Este autor puede ser el apóstol Santiago de Alfeo, llamado también el menor, mencionado en los evangelios (Mt 10, 3). Más probablemente se refiere a Santiago, mencionado en los evangelios como uno de los hermanos de Jesús, que seguramente son hermanastros, hijos de José antes de enviudar y casarse con la Virgen María, o también primos o parientes cercanos (Mt 13, 55; Mc 3, 31; Lc 8, 9).
La fecha de redacción de este Protoevangelio se sitúa en el siglo II o más tarde. Narra el nacimiento y la vida de la Virgen María, sus desposorios con José, el nacimiento de Jesús en Belén, perseguido por orden del cruel Herodes quien mandó asesinar al Sumo Sacerdote Zacarías.
El Protoevangelio narra también el nacimiento de la Virgen María. Sus padres fueron Joaquín y Ana, esposos muy creyentes y dadivosos, que hacían ofrendas a Dios en el templo de Jerusalén, pidiéndole tener hijos ya que lamentaban no haber sido bendecidos con ese don.
Ana rezaba intensamente a Dios y finalmente recibió la visita de un ángel que le indicó: "Ana, Ana, el Señor ha escuchado tu ruego: concebirás y darás a luz y de tu prole se hablará en todo el mundo". Ella, agradecida prometió al Señor que el fruto de su vientre, fuese niño o niña, sería llevado como ofrenda al Templo de Jerusalén para servir al Señor todos los días de su vida.
También Joaquín recibió el anuncio del ángel de que su esposa concebiría en su seno y tuvo relaciones conyugales con ella. Al día siguiente ofreció los dones al Señor y, lleno de alegría, sacrificó diez corderas para el Señor, doce terneras de leche para los sacerdotes y cien cabritos para todo el pueblo. Tuvo la convicción de que el Señor le perdonaba todos sus pecados y le daba un hijo con su esposa Ana. Efectivamente fue así. A los nueve meses Ana dio a luz una hermosa niña a quien pusieron el nombre de Miryam (María), como se llamaba la hermana de Moisés, también profetisa (Ex 2, 3-4).
Ya desde tiempos antiguos, al menos desde el siglo V, en las comunidades cristianas se celebraba la fiesta litúrgica del nacimiento de la Virgen María al norte de Jerusalén al lado de la piscina de Betesda, cuyas aguas según el Evangelio de San Juan tenían propiedades curativas para los enfermos que se bañaban esa piscina (Jn 5). Se hizo allí una iglesia y más tarde se construyó la actual Basílica de Santa Ana, lugar de peregrinaciones. Ya en el siglo VII los cristianos ortodoxos celebraban en Jerusalén el 8 de septiembre la fiesta del nacimiento de la Virgen María, mientras los católicos también la celebraban en Roma.
Más tarde esa fiesta del nacimiento de la Virgen María se fue extendiendo en toda la Iglesia Católica y también en las comunidades anglicanas. Sin embargo a veces pasa desapercibida para la mayoría de los católicos que dan mayor importancia a la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, que se celebra el 8 de diciembre, nueve meses antes del nacimiento de la Virgen María.
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