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Domingo 09 de septiembre de 2018

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Cultural El Duende

Herencias de la literatura boliviana

Gloria a Cochabamba

09 sep 2018

Discurso pronunciado por el escritor Casto Rojas durante una reunión de residentes cochabambinos en La Paz durante la Presidencia de José Enrique Hertzog Garaizábal, cuyo gobierno transcurrió entre 1947 y 1949

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Permitidme que a título de ser el residente cochabambino más viejo de la ciudad de La Paz, dirija unas cuantas palabras para hacer notar la singular importancia que reviste esta fiesta de familia.

Aquí estamos congregados con el más puro de los sentimientos patrios para rendir a la gloriosa efemérides de la tierra natal, el homenaje de nuestra emocionada admiración y gratitud. Y tan noble celebración tiene la virtud de juntar en torno a esta modesta mesa, a los más conspicuos personeros de la Patria y de La Paz, encabezados por el Excmo. Señor Presidente de la República, Dr. Hertzog, cuya sola presencia es el mayor halago para los cochabambinos en el día más solemne de su historia.

Fieles a los dictados tradicionales de la hospitalidad de nuestros valles, queremos tender simbólicamente nuestros mejores "chusis" -tradicional tejido primoroso- sobre los asientos más acogedores del rancho sombreado por el "chilicchi" familiar y decir a nuestros ilustres huéspedes:

"Descansad, nobles señores, en esta humilde morada. Vuestra presencia aquí es una honra y una fiesta para nosotros".

Si las palabras no son dichas en idioma vernáculo, traducen, en cambio, fielmente el espíritu sencillo y afectuoso de nuestras buenas gentes. Queremos ser intérpretes de esa afectuosidad campesina que, como en las laderas de nuestros valles, brota espontánea a manera de arroyo cristalino para regar alegremente nuestras campiñas.

Esta fiesta, no obstante su llaneza lugareña, reviste un hondo sentido de confraternidad nacional. Aquí estamos reunidos para recordar la revolución del 14 de Septiembre de 1810, hecho glorioso cuya patriótica inspiración pertenece a todos los bolivianos, como pertenecen a cada uno de nosotros los hechos gloriosos de Chuquisaca, La Paz, Oruro, Tarija, Santa Cruz y Beni, que amasaron con su sangre generosa esta obra magna que es la Patria común.

La celebración de las efemérides locales, lejos de ser motivo de egoísmos lugareños, constituye para nosotros un elevado índice de civismo. Desgraciados los pueblos que olvidan sus gloriosas tradiciones, y no buscan en ellas la inspiración patriótica que los conduzca al elevado concepto de la Patria grande. Así como en la aritmética de la vida, las pequeñas cantidades forman la suma total del mundo, en la dinámica de los pueblos, la suma de sus hechos gloriosos, forma el guarismo total de la nacionalidad triunfante.

Bendigamos al cielo y a la historia que nos hayan colmado de tantos fastos gloriosos, que son los cimientos inconmovibles de una Nación tallada en el cuarzo metalífero de los Andes y revestida con el opulento ropaje de sus paradisíacas praderas orientales.

Todo cochabambino en cuyo corazón vive para siempre el alma de un hortelano, os dirá que la brillante floración de un duraznero revela savia vigorosa y es promesa de frutos óptimos y sazonados. Así es la floración de las glorias de la Patria. Ellas se cuajan en el árbol de la nacionalidad en frutos de grandeza y prosperidad.

Nuestra vieja canción cochabambina cantaba antaño las glorias locales con una inspiración bucólica, trasunto fiel de nuestra campiña florida. He aquí su cuarteta inicial:

Cochabamba, la bella amazona,

de laureles y flores ornada

sus pasadas victorias recuerda

del Tunari a los pies reclinada.

Esta canción romántica, ha sido completada con una marcha guerrera en la que el genio de la raza ha esculpido esta frase épica:

¡Qué sublime es llegar a la cima

dar un beso a la gloria y morir!

Eso es Cochabamba. La tierra florida grata al dulce descanso de la paz y la fuerza que llega a la cumbre en pos de un ideal de gloria para darle el beso sublime del sacrificio.

Es el Pueblo de Septiembre que vuelve al terruño con laureles de Aroma, y es la mujer cochabambina que sube al Cerro de la Gloria para besarla en la epopeya más grandiosa de la Patria.

¡Gloria a Cochabamba!

Para tus amigos: