Jueves 06 de septiembre de 2018
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El incendio del Museo Nacional de Brasil no es una desgracia nacionalÂ? es una tragedia mundial.
Durante más de doscientos años, Brasil se dedicó a acopiar objetos que no solo testimoniaban su pasado sino el de toda la humanidad. Entre estos estaba, por ejemplo, un cráneo humano de 12.000 años que, por ello, era considerado el más antiguo del continente.
El edificio era una quinta y ocupaba toda una cuadra en San Cristóbal, RÃo de Janeiro. Aunque gozaba de todas las medidas de seguridad concebidas para un edificio de ese tipo, carecÃa de seguro y de una brigada de bomberos. Era, por tanto, una muestra del descuido al que está sometido el patrimonio cultural en una era en la que su valor está subestimado por autoridades cada vez más ignorantes en estos temas.
Frente a ello, el museo de la Casa de Moneda de Potosà parece tener más ventajas para el resguardo de piezas valiosas. Construido enteramente en piedra y calicanto, es una verdadera fortaleza que jamás podrÃa ser devorada por el fuego. Sin embargo, no está a salvo de decisiones que podrÃan poner en riesgo su patrimonio. Hace solo unos años, uno de sus directores permitió la demolición de un muro que todavÃa hoy es minimizada por las autoridades de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (Fcbcb), su entidad capataz.
