Para ciertos sectores de la comunidad laboral del país, el doble aguinaldo es considerado como un regalo extra a fin de año que puede satisfacer ciertas expectativas generalmente al margen de las opciones reales del uso del aguinaldo legal, por tanto, la medida se considera de utilidad inequitativa pues no todos los trabajadores serán favorecidos con una suma de irreal procedencia.
La medida está a un paso de ser definida en el nivel gubernamental, basándose en la cifra porcentual del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que según el Instituto Nacional de Estadística INE, estará en 4,5 por ciento, lo que determina el pago del doble aguinaldo. Para sensatos observadores económicos, la medida parece simple y sólo depende de asegurar el nivel porcentual establecido en una norma "arrancada por las hojas" y que no es la expresión evidente del movimiento económico nacional.
Muchas empresas manejan su ritmo presupuestario en función a sus inversiones, gastos, procesos de producción y obligaciones financieras, a lo que suman obligadamente las cuentas fiscales que provienen del SIN y del municipio, generando un costo de producción que no sube como la espuma porcentual que maneja el INE, impidiendo este hecho el pago de una cuenta doble de aguinaldo, cuando ya la primera, representa en todas las empresas una obligación extra que sin embargo es programada para efectivizarla, lo que no sucede con el doble pago
Hay que recordar que el "doble aguinaldo" se estableció en 2013 como efecto de una economía de niveles de crecimiento excepcional en ese periodo y con la esperanza de que el proceso sea permanente, empero la condición económica decrece a partir de 2014, reduciéndose a niveles cercanos al 4%, y tomando en cuenta que además se incrementa el déficit fiscal y se hace más profunda la brecha que absorbe los pagos comprometidos y obligatorios del país.
La política redistributiva de beneficios que maneja el Estado confronta paulatinas rebajas debido precisamente a la caída en los precios internacionales de nuestras materias primas, especialmente hidrocarburos y en esa línea la venta del gas, con otro componente de las finanzas que representa la exportación de minerales con un vaivén de precios que hace insegura su producción.
El Gobierno, pese a esa situación de dudas, acudió al fácil expediente de disponer ciertos recursos restados a las Reservas Internacionales y entregados a algunas empresas que confrontaron problemas, unos fideicomisos que sólo en parte retornaron a la cuenta del Banco Central, lo que significa quiérase o no, una preocupante disminución en nuestras RIN. Pese a tales contingencias algunos organismos internacionales predijeron que nuestro país seguiría ocupando un lugar de privilegio frente a naciones vecinas, en materia del crecimiento del PIB.
La realidad económica nacional tiene variables que deben ser consideradas en el orden práctico, reconociendo que la estructura salarial tiene diferencias marcadas entre el sector público que ha crecido desmesuradamente y es el que se beneficia con un segundo agüinado, en tanto que un porcentaje mucho menor depende realmente de los ingresos que generan la industria y el comercio privados, afectados por medidas competitivas latentes, tales como el contrabando, la introducción de mercadería china, la economía informal y una fuerte carga impositiva que hacen muy difícil lograr a fin de año, recursos para "dilapidarlos con sentido político".
Hay muchos ejemplos que muestran con claridad la vigencia de un sistema económico nacional absolutamente inequitativo, por lo mismo muy difícil de cumplirlo, en las actuales condiciones.
Fuente: LA PATRIA
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