Rusia insiste en atacar el nido de terroristas de Idleb en Siria

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Rusia aseguró hoy (ayer) que la provincia siria de Idleb es un "furúnculo" yihadista a extirpar y llamó a Occidente a no obstaculizar una operación antiterrorista contra el considerado último bastión insurgente del país árabe.

"Este es el último foco de los terroristas, que intentan especular con el estatus de zona de distensión. Así que, desde todos los puntos de vista es necesario liquidar ese furúnculo", declaró a la prensa el ministro de Exteriores ruso, Serguéy Lavrov, tras reunirse con su colega saudí, Adel al Yubeir.

�sta es la primera vez en las últimas semanas que Moscú llama abiertamente a atacar Idleb, cuya conquista por parte de las fuerzas gubernamentales prácticamente pondría fin a más de siete años de guerra.

Además, las declaraciones de Lavrov suponen un desafío para la ONU y Occidente, que advirtieron el miércoles en la reunión mensual del Consejo de Seguridad de que tal ofensiva amenaza con una "emergencia humanitaria de una escala aún no vista" en Siria.

Y es que Idleb, que ya ha sido objeto de bombardeos aéreos en las últimas semanas, no sólo acoge a opositores armados e yihadistas, sino a un gran número de civiles y refugiados procedentes de otras provincias.

Según el diario "Izvestia", Rusia está concentrando en el mar Mediterráneo su mayor presencia naval -desde nuevas fragatas equipadas con misiles de crucero Kalibr hasta submarinos- desde que interviniera en el país árabe en 2015.

El jefe de la diplomacia rusa denunció hoy (ayer) que, además de utilizar a la población civil como escudos humanos, los yihadistas acantonados en Idleb están intentando hacerse con el control de las bandas armadas dispuestas a negociar con el régimen, argumento que justificaría la urgencia de una operación antiterrorista.

Explicó que ese asunto ha sido tratado largo y tendido en las últimas semanas por los ministros de Exteriores y Defensa de Rusia y Turquía, y que ambas partes han llegado a un "entendimiento político" sobre las medidas a tomar en Idleb.

"Es necesario separar a los opositores armados normales de los bandidos del Frente al Nusra y, al mismo tiempo, preparar una operación contra esos terroristas y hacer todo lo posible para minimizar los riesgos para la población civil", señaló Lavrov.

Agregó: "¿Cómo traducir ese consenso político al lenguaje práctico? Sobre eso están hablando los militares de Rusia y Turquía, que conocen la situación sobre el terreno".

Con todo, la pasada semana, tras reunirse con Lavrov en Moscú, el titular de Exteriores turco, Mevlüt �avusoglu, advirtió de que el uso de la fuerza militar en el último reducto insurgente desataría "una catástrofe humanitaria", aunque también llamó a "liquidar a los terroristas".

A su vez, Lavrov volvió hoy (ayer) a denunciar una inminente "provocación química" en Idleb, cuyo objetivo sería inculpar al régimen de Al Asad, provocar un bombardeo occidental contra posiciones gubernamentales y, de esa forma, impedir que las fuerzas gubernamentales expulsen a los terroristas de la zona de distensión.

"Espero que los socios occidentales que caldean este tema tan activamente no se pongan a seguir la corriente a las provocaciones, a los montajes que se están preparando y no obstaculicen las operaciones antiterroristas en la zona de distensión contra el Frente al Nusra", apuntó.

Lavrov dijo haber hablado ya sobre la situación en la zona con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, con el que podría reunirse de nuevo en breve durante la Asamblea General de la ONU, según informó hoy (ayer) la Cancillería rusa.

Acusó a EE.UU. de poner a salvo al Frente al Nusra para utilizarlo como arma arrojadiza contra Al Asad y anteponer el derrocamiento de gobiernos "indeseables" a la lucha contra el terrorismo, y subrayó que lo Washington hizo en Irak y en Libia ahora lo intenta hacer en Siria.

"Hablando en propiedad, lo intentaron hacer en Siria, pero no les salió. Consideramos que esos juegos egoístas, unilaterales y geopolíticos, son contraproducentes", afirmó.

Lavrov negó que los países occidentales dispongan de pruebas sobre un pronto ataque químico gubernamental contra Idleb y afirmó que las denuncias anteriores demostraron ser una puesta en escena, ya que Occidente se negó incluso a enviar a inspectores o a abrir una investigación internacional.

El ministro saudí de Exteriores, cuyo país ha suavizado notablemente en los últimos meses su postura contra Damasco, aseguró que apoya un arreglo político del conflicto que garantice la unidad territorial y la soberanía de Siria.

"Arabia Saudí está en contra de las acciones de las llamadas bandas armadas ilegales y trabaja junto a sus amigos y aliados, incluida Rusia, en el marco de la ONU para promover el proceso político", manifestó.

Fuente: Moscú, 29 (EFE)