Miercoles 29 de agosto de 2018
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Editorial y opiniones
EDITORIAL
La mentira tiene "patas cortas"
29 ago 2018
En los hechos más reales y comunes, la idea de aplicar una "ley contra la mentira" puede resultar arma de doble filo para sus promotores, sabiendo que las mentiras son parte de una cotidianidad en la que prevalecen las intenciones partidistas, sobre las razones ciudadanas, estas últimas que deben merecer atención y solución como prioridades y derechos innegables de quienes quieren vivir mejor.
Y no hay nada más cierto en el dicho popular, cuando se establece que tarde o temprano, la mentira se descubre y la verdad se impone, en ese sentido no hay por qué arrogarse la pretendida idea de "sancionar la mentira" a través de una ley que sería elaborada en el Poder Ejecutivo para que la apruebe el Legislativo y la promulgue el Mandatario, buscando supuestos culpables, allí donde se coincida con los pensamientos oficiales, cuando en realidad la cosa debería comenzar, por sancionar "las mentiras" frecuentemente "aclaradas" en los niveles de mando político, donde mienten los de arriba y los de abajo.
Pero el tema de las mentiras, alguien las llamaría benevolentemente "mentirillas", están a la orden del día en muchas circunstancias, en cifras, en fechas, en el cumplimiento o mejor, en el incumplimiento de promesas con la comunidad que "se las traga" porque siempre hay pretextos para justificar errores y querer mostrar verdades donde predomina lo incierto, irreal y lo informal.
Del seguimiento que el periodismo hace a esa serie de hechos, comunes en la cotidianidad, no se le puede culpar de publicar o emitir mentiras, por lo mismo que los hechos demuestran que las mentiras tienen responsables y fuentes de divulgación, origen y sentido de interés socio político, por lo mismo no pueden buscarse pretextos para atentar contra la libertad de expresión y el derecho a ejercer el periodismo para informar a la comunidad.