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Martes 28 de agosto de 2018

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Suplemento Policial

Incremento de accidentes en horario nocturno

28 ago 2018

Por: Coronel DESP Jesús Gonzalo Lazzo Ríos - Director Departamental de Tránsito, Transporte y Seguridad Vial

Un estudio basado en accidentología de rutas y autopistas, muestra que de noche se triplican los accidentes, por lo que indica que hay horarios más peligrosos que otros. Cuáles son las franjas horarias y los días más peligrosos. Muchas personas deciden viajar de noche para ganar tiempo, para evitar las altas temperaturas, etc. Manejar un vehículo es una tarea que se puede realizar en cualquier momento, pero el riesgo que implica es muy diferente según el horario. Se puede asegurar que en el horario que va desde las 12 de la noche hasta las 6 de la mañana se triplica el riesgo de sufrir un accidente de tránsito respecto al resto del día.

El exceso de velocidad es una de las causas de los accidentes producidos durante la noche. Si se tiene en cuenta la proporción entre autos y accidentes, es evidente que el riesgo de noche es tres veces mayor que en el resto del día.

Causas y factores: Existen varios factores que determinan que manejar de noche sea mucho más peligroso. Uno es la velocidad. Las vías de circulación se presentan sin congestionamientos y con una proporción de actividad mucho menor, por esta razón, algunos conductores se ven tentados a pisar el acelerador para llegar a destino más rápido. Otro aspecto a tener en cuenta, es la disminución de la visibilidad. Ver y reconocer con el tiempo suficiente algún objeto en la ruta es vital para evitar un accidente. Y de noche la visibilidad en ruta disminuye a no más del alcance de las luces del vehículo, que es de aproximadamente 35 metros y sólo hacia adelante. Esto quiere decir que el conductor pierde su visión periférica, lo que ocasiona que cualquier objeto al costado de la calzada, o incluso sobre el camino, no sea captado con la suficiente anticipación.

Conducción por la noche: Los umbrales de fatiga y sueño suelen estar más próximos durante la noche. Cuando se maneja de noche, se incrementa el error en el cálculo de distancia también. Esto es peligroso especialmente en las maniobras de sobrepaso. El cansancio y el sueño son otros factores para aumentar la situación de riesgo. La fatiga y el sueño son los estados más habituales que se producen en la conducción nocturna, producto de que el cuerpo es sometido a romper con el ciclo normal de vigilia o sueño. Si a esto se le suma la monotonía de la noche, la mala ventilación, el esfuerzo que se realiza por ver más allá y las pocas alternativas que contamos para detenernos en las rutas, llevan al conductor al límite con gran rapidez. Es decir, los umbrales de fatiga y sueño suelen estar más próximos durante la noche porque los sentidos se exigen al máximo, especialmente la vista, frecuentes son pesadez de ojos, parpadeo constante, zumbidos en los oídos, sensación de brazos, pies dormidos y la necesidad de moverse. Otro factor común en algunas rutas de nuestro país es la niebla, es determinante para el incremento de los accidentes. Desde el otoño hasta el invierno suelen formarse bancos muy intensos, que reducen notablemente la visibilidad. En muchos casos, la imprudencia de los conductores bajo esta circunstancia de manejo lleva a ocasionar siniestros de gran magnitud, como los choques frontales.

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