Loading...
Invitado


Jueves 01 de julio de 2010

Portada Principal
Ecológico Kiswara

Efecto Invernadero: De Copenhague a Cancún

01 jul 2010

Fuente: México (PL)

Por: Félix Albisu

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

México tiene por delante organizar a finales de este año en el caribeño balneario de Cancún la próxima Cumbre Mundial sobre Cambio Climático y también varias asignaturas pendientes que vencer en cuanto a la situación de su entorno, lo que representan dos retos muy difíciles de asumir.

El propio presidente mexicano Felipe Calderón ha tenido una amplia actividad en estos meses en cuanto al tópico del medio ambiente, que incluso abordó de manera profusa durante sus recientes visitas a Alemania y Estados Unidos, así como cuando recibió aquí al primer ministro noruego, Jens Stoltenberg.

A la venidera Cumbre de la capital del Estado de Quintana Roo no pocos especialistas, incluso presidentes, le auguran un futuro poco promisorio, sobre todo por el incumplimiento de las potencias desarrolladas de sus compromisos para reducir los gases contaminantes en la atmósfera.

A Cancún deben asistir mandatarios y jefes de gobiernos de 196 países firmantes del Protocolo de Kyoto, quienes verán nuevamente un paquete de propuestas y compromisos incumplidos, en cuanto a la necesidad de disminuir las emisiones de dióxido de carbono, que contribuyen al efecto invernadero.

Precisamente en la anterior Cumbre de Copenhague del 2009, el Banco Mundial presentó un informe titulado "Desarrollo con bajo uso de carbono para México", en el que se indica que este país es uno de los que más alto riesgo enfrenta en cuanto a disponibilidad de agua y frecuencia en cuanto a tormentas tropicales.

Por otra parte, el Instituto Nacional de Geografía y Estadísticas (INEGI) alertó en un reciente informe los riesgos que corre México en material de deterioro ambiental, sobre todo en la deforestación, provocados por el calentamiento global y la dañina contaminación industrial, no obstante los esfuerzos oficiales que se impulsan aquí.

Estas evaluaciones sostienen que más allá de perjuicios económicos, el impacto del cambio climático hace vulnerable a unos 70 millones de mexicanos, ya sea a causa de sequías o inundaciones.

Especialistas locales no pasan por alto el ascenso de huracanes que han afectado el país entre el 2002 y 2008, así como las fuertes inundaciones en el sureño estado de Tabasco (2007), lo que estiman ocurrió por subidas del nivel del mar, como parte de los trastornos climáticos por el calentamiento global.

Los propios expertos domésticos en medio ambiente señalan que por su posición geográfica, México se resiente más directamente por el efecto invernadero, por lo que habrá que crear un programa destinado a mitigar los daños de eventos extraordinarios.

En ese caso se menciona el peligro de la ocurrencia de lluvias intensas, sequías prolongadas y la creciente erosión de bosques y tierras cultivables.

Un reciente texto de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) asegura que las regiones de Mesoamérica y América del Sur han perdido sólo entre 1990 y el 2005 unos 69 millones de hectáreas boscosas.

Mientras, la titular de la Comisión del Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, Ninfa Salinas Sada, manifestó que se está frente a un problema de enormes proporciones y que todos los países del mundo deben ser coparticipe para buscar soluciones.

En ellos, asegura, es indispensable el apoyo con recursos económicos y transferencia de tecnologías de las naciones desarrolladas a los más pobres para emprender una seria gestión ambientalista a nivel planetario.

Luís Alfonso Alba, representante especial para el Cambio Climático en México, dijo, por su parte, que la conferencia de Cancún será decisiva para una definición sobre cuales serán las acciones concretas que deben emprenderse para disminuir el efecto invernadero.

Mientras tanto, para el Premio Nóbel de Química de 1995, Mario Molina, la inercia térmica o calentamiento del planeta es lo que más frágil ubica el equilibrio de los ecosistemas, que aceleradamente están agotando su capacidad para sobreponerse a la devastación y el aumento de temperaturas.

El científico mexicano comentó el caso específico de los deshielos de los glaciales, donde se encuentra el equivalente al 75 por ciento del agua dulce del planeta.

Al respecto, apreció que la elevación de las aguas marinas por deshielos tendrá un severo impacto en el hundimiento y desaparición de costas y manglares, de lo que no está exento México.

En medio de ese incierto panorama, científicos de la Sociedad Meteorológica y de la Unión de Geofísica de Estados Unidos advierten que de mantenerse la tendencia del calentamiento global, Groenlandia comenzará a derretirse en 30 o 40 años, con la amenaza para la vida de mil 200 millones de personas.

En el protocolo de Kyoto de 1997 los países firmantes se comprometieron a emprender acciones para disminuir en un 5,2 por ciento anual el consumo de hidrocarburos entre el 2008 y 2012.

En realidad, ha ocurrido todo lo contrario en cuanto a disminución de gases que alimentan la capa de ozono, pues según el grupo ecologista World Wildlife Fund el consumo de hidrocarburos en EE. UU. sigue creciendo a un ritmo anual de un 3,4 por ciento.

Se trata de una quema de crudo de más de 85 mil barriles diarios y el consiguiente ascenso en cuanto a emisiones de dióxido de carbono y contaminantes en general.

En agosto del año pasado, la Secretaría del medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), dependiente del gobierno federal, preparó un diagnóstico para enfrentar el deterioro ambiental del país, mediante la elaboración de un Programa de Ordenamiento Ecológico General para todo el Territorio Nacional.

Sin embargo, esos esfuerzos de México, no obstante sea además la sede de la próxima Cumbre sobre Cambio Climático, para especialistas en el tema poco se podrá lograr, sin el concurso decidido que se le pide muestren las naciones desarrolladas en Cancún.

(*) El autor es corresponsal jefe de Prensa Latina en México.

Fuente: México (PL)
Para tus amigos: