El país no exporta ninguna materia prima minera que esté industrializada

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Si bien existen muchos deseos de ajustar la "cadena productiva minera" para dar el salto a la industrialización de nuestros minerales, la realidad nos muestra que aún nos falta bastante desarrollo en la materia para poder alcanzar el objetivo de exportar productos industrializados, tras procesos de fomento a la metalurgia y la siderurgia, pero además de una importante tarea de diversificación en el uso de los metálicos que logremos producir en nuestras fundiciones.

De momento, el único producto metálico que exportamos es el estaño procesado en la Metalúrgica de Vinto-Oruro, que tiene mercados asegurados, gracias a su calidad de 99 % de pureza, pero que todavía no entra en los planes de convertirse en material que movilice a industrias nacionales, aunque se adelantó un proyecto para diversificar su producción y lograr subproductos para cubrir la alta demanda interna de materiales que seguimos importando de mercados externos.

El otro gran emprendimiento es el hierro del Mutún que se convertirá en acero y fierro de diversos usos, para cubrir nuestra demanda interna, pero por el potencial del yacimiento con grandes posibilidades de exportaciones a mercados internacionales, empezando por los vecinos. El hecho es que el Mutún está a la espera de su extracción a través de una empresa china que debe empezar sus operaciones antes de finalizar la presente gestión.

NADA INDUSTRIALIZADO

Una entrevista al titular de Minería sobre varios aspectos relacionados con la actividad minera, pero de manera especial sobre el interesante tema de la industrialización, nos muestra un criterio definido en la realidad, "no sacamos nada industrializado, lo que sale o son concentrados de plata, plomo, zinc o son minerales metálicos de estaño". Esa es la realidad de nuestra minería.

César Navarro, al profundizar en la materia añade: "No podemos hablar de industrialización en minería si no tenemos material metálico, lo tenemos con el estaño y el cobre en mínima escala, y tenemos elaborado un proyecto para una planta de zinc en Potosí, vamos a sacar lingotes metálicos de plomo, plata, zinc y estaño. Una vez que demos ese paso nos abriremos a la industrialización porque se requiere de mineral metálico que solo se da en el estaño".

La autoridad reconoció además que debemos avanzar con mucha más fuerza en las plantas de fundición, aunque sin señalar específicamente cuál es la situación de Karachipampa, donde deben producirse los lingotes de plomo y plata, y tal parece un lapsus, ojalá fuese eso, porque omitió hablar de la fundición de zinc que debe instalarse en Oruro, incluso con un adelanto de hace tiempo atrás que señalaba la posibilidad de implementarla en las mismas instalaciones del complejo metalúrgico de Vinto. Este como el de Potosí, son parte de una larga perorata de inversiones, pero que finalmente no avanzan en la perspectiva deseada de fundir el zinc, para exportarlo con valor agregado y cubrir una demanda, cada vez más exigente en los grandes mercados industriales internacionales.

FUTURA PRODUCCIÃ?N

En la misma entrevista (El Financiero), el ministro de Minería, al responder una interrogante sobre la estrategia del Gobierno para incrementar las inversiones públicas y privadas en el sector minero con miras a la agenda 2025, señala que "en el caso del sector público, el reto que nos hemos propuesto es consolidar la actividad productiva y la transformación minera. Aspiramos hasta mediados del 2019 a consolidar el techo de producción de 5.000 toneladas de mineral por día en Huanuni y Colquiri, lo que garantizaría materia prima para la producción de 18.000 toneladas metálicas de Vinto, es decir garantizar el ciclo de la cadena productiva y los mercados de venta".

Sobre el particular, un entendido en la materia tiene dudas sobre esa perspectiva, considerando que en la actualidad Huanuni produce por día 28 toneladas finas de estaño y Colquiri está en 11 toneladas finas por día, significa 39 TF. Hay una enorme diferencia, aunque, en ambos casos se espera que en un próximo futuro pueda incrementarse la producción, si funcionan el ingenio Lucianita en Huanuni y el nuevo que será implementado en Colquiri.

Como se vea el asunto, en el nivel oficial se observa un futuro halagüeño, pero que sigue demorando en su aplicación práctica. En la mirada de expertos que han hecho seguimiento al asunto, hay dudas sobre el caso Lucianita para Huanuni, un proyecto que nació con el pecado "original" de falta de agua, una mayúscula irresponsabilidad de la que tenían conocimiento varias autoridades que estuvieron ocupando importantes cargos en el ministerio, en el directorio y en la misma Comibol, un caso que pese al tiempo transcurrido no ha sido esclarecido y por lo mismo no hay culpables a la vista, pese al daño económico que se causa a la EMH que sigue postergando su crecimiento productivo.

Avanzar hacia la industrialización de nuestros minerales, evidentemente es el reto de la futura minería, pero el caso es que los tiempos se acortan cuando se observa que esos procesos se convierten en altamente competitivos por la dinámica que se otorga a la industria minera en otros países a través de importantes inversiones, con políticas de incentivos y seguridad jurídica para desarrollar emprendimientos de envergadura.

En el país "estamos en un círculo vicioso", con anuncios de inversiones que no se ejecutan en la proporción que exige una minería moderna, no avanzan los planes de prospección y exploración, por lo mismo no hay nuevos yacimientos, se carece de una política que responda a la necesidad de diversificar la producción minera y dar el salto a la industria de nuestros metálicos.

Fuente: Medios. Agencias. PM.