Detención preventiva a estafador de celulares

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El juez Sandro Quezada determinó ayer dar detención preventiva para Pedro, Saravia, de quien se presume estafó a varias víctimas con el argumento de recuperar sus celulares robados a cambio de dinero. Pero a la hora de la verdad, no había dinero y menos el equipo móvil.

Ayer un poco antes de las 17:00 horas se inició la audiencia cautelar de esa persona y tuvo una duración de dos horas aproximadamente. En el Juzgado Cautelar No. 4, el juez Quezada resolvió su detención en el penal de San Pedro de la ciudad de Oruro, por el presunto delito de estafa a víctimas múltiples.

ANTECEDENTES

Pedro Saravia fue aprehendido la mañana del lunes reciente, según informó ayer el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), coronel Fernando Pérez.

"Luego es aprehendido y puesto a conocimiento del Ministerio Público. Es investigado por la División Económicos y Financieros", manifestó la autoridad policial.

Por su parte, el fiscal de Distrito, Mario Rocha señaló ayer que tomó el conocimiento del caso de estafa con víctimas múltiples, hecho que dio como resultado la aprehensión de Pedro Saravia de 30 años.

"Esta persona se hacía pasar como ingeniero informático y de esta forma habría sonsacado diferentes sumas de dinero a varias víctimas. Es así que ayer (lunes) se contacta con las víctimas y les cita en inmediaciones de la Segunda División. Fue aprehendido en flagrancia", dijo.

Argumentó que se comprometía a recuperar los celulares de diferentes personas cobrando sumas de dinero. Ante ese hecho el Ministerio Público hizo la imputación por el delito de estafa con víctimas múltiples.

VÍCTIMAS

Las víctimas manifestaron su preocupación y contaron su testimonio de cómo fueron estafadas.

Una de ellas indicó que supo de él por las redes sociales al enterarse que recuperaba celulares extraviados y robados.

"Hablé con él y me citó al frente de la Felcc, me pidió 800 bolivianos y lo restante cuando recupere el celular. Me dio tanta confianza, porque me dijo que trabajaba con la Policía, con los militares, entonces, con esa confianza accedí a sus servicios", contó.

La promesa era que le devolvería el celular en diez días, sin embargo, nunca le entregó su equipo móvil y menos le devolvió el dinero.

Una segunda víctima manifestó que perdió su celular el 22 de julio en un local de fiestas. Hizo la denuncia ante la Felcc, pero no le aceptaron porque pasaron varios días. Sin embargo, en el mismo lugar se encontró con un amigo, quien le dio el nombre de Pedro Saravia, de quien adujo que "era capo" para encontrar celulares robados o perdidos.

"Me citó en la Segunda División y me dijo que trabaja con la Policía, con los militares y que sí o sí iba a recuperar el celular. Me dijo que me costaría 1.200 bolivianos. Me rebajó a mil bolivianos. Pasó una semana y me dijo que encontró el celular, me citó en el colegio Bolivia Japón y me pidió 800 bolivianos. Confiado fui y le di todo lo que me pidió, pero no me entregó el celular", señaló.

Una tercera víctima indicó que es vendedor de artículos electrónicos. Se presentó como funcionario de la Policía y que trabajaba con Inteligencia. Se ganó la confianza del dueño, comprando algunos accesorios. Aprovechó que necesitaba accesorios para la Policía y que le dé a crédito.

En un principio se negó a darle a crédito, hasta que un sábado se apersonó indicando que debía comprar audífonos inalámbricos de última generación y que volvería en media hora a cancelar.

"Me deja la fotocopia de su cédula de identidad y más de ahí no vuelve en media hora, un día, una semana. Pasó el 6 de julio y desde esa fecha, este señor empieza a esquivarme. Ejerzo presión y logro sacarle la suma de cinco mil bolivianos, había un saldo que nunca se pudo recuperar. Me debe 2.100 dólares", dijo.

Asimismo, este sujeto se hizo pasar como funcionario de ese negocio ofreciendo equipos y sacando adelantos de sus víctimas, quienes fueron a reclamar los equipos a su tienda, pero el dueño nunca recibió un centavo de esas supuestas compras.

Situaciones similares vivieron otras personas que sufrieron en carne propia este delito.

Fuente: LA PATRIA