Asunción de la Virgen María al cielo

Muchos cristianos nos preguntamos: ¿Qué sucedió con la Virgen María después de la muerte de Jesús? Según el Evangelio de Juan, Jesús, agonizante en la cruz, designó a María como "Mujer" y la designó como Madre al discípulo amado Juan, quien la recibió en su casa (Jn 19, 27). Por eso cabe pensar que la Virgen fue a vivir a la casa que tenían en Jerusalén Zebedeo y sus hijos, los apóstoles Juan y su hermano Santiago, pescadores de Galilea, que vendían los pescados en Jerusalén, ciudad a la que venían muchos judíos en peregrinación al Templo.

Muy probablemente fue la casa de Zebedeo, situada en el Monte Sión, donde Jesús celebró la última cena con sus discípulos y les dio a comer su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y de vino, instituyendo así la Eucaristía, en la víspera de su pasión y muerte en la cruz.

La Virgen María habría permanecido en esa casa bajo el cuidado de Juan. Sin embargo, en los años 40 sobrevino una persecución contra los cristianos que culminó con la muerte del apóstol Santiago por orden del cruel rey Herodes Agripa I (Hch 12). Muchos cristianos tuvieron que dispersarse a otras regiones, aunque otros permanecieron en Jerusalén, tratando de reorganizar la Iglesia.

Hay documentos antiguos que atestiguan que Juan y María fueron a �feso, una ciudad próspera a orillas del Mediterráneo, en la actual Turquía. �feso era la cuna del famoso filósofo griego Heráclito, en el cual probablemente Juan se inspiró al redactar el Prólogo del Evangelio que lleva su nombre, designando a Jesús, como el Verbo, el Logos de Dios.

La presencia de Juan y de María en �feso está atestiguada por restos arqueológicos de dos iglesias del siglo IV, dedicadas una a Juan y otra a María. En 1891 también se descubrió, a unos siete kilómetros de �feso, la llamada "casa de María", donde ella habría vivido durante varios años, siendo actualmente un importante lugar de peregrinación no sólo de cristianos, sino también de musulmanes que veneran con devoción a la Virgen María. Este descubrimiento fue preparado por las visiones de Ana Catalina von Emmerich, vidente alemana fallecida en 1824 y declarada beata por el Papa Juan Pablo II en el año 2004.

Es muy probable que la Virgen María, al presentir la terminación de su vida terrena, quiso volver, juntamente con Juan, a Jerusalén, donde murió Jesús. Algunos escritos antiguos relatan la llamada "dormición" de la Virgen María en Jerusalén. Estuvo acompañada de Juan y también de los apóstoles, dispersos en diversos lugares, que quisieron acompañarla en Jerusalén. El mismo Jesús vino con sus ángeles para llevar al cielo el alma de María.

El cuerpo de María fue llevado en comitiva y depositado en un sepulcro en las afueras de Jerusalén no lejos del Huerto de los Olivos. Permaneció allí unos días y luego desapareció. Más tarde los cristianos edificaron un templo para venerar el sepulcro vacío de María, dando a entender que ella no murió sino que está en el cielo con Jesús.

Hay teólogos importantes, entre ellos San Juan Damasceno (676-749), que afirman que María, por ser la Esposa que Dios Padre había desposado y por haber sufrido por su Hijo en la cruz, atravesada por la espada de dolor, no conoció la corrupción de la muerte. También San Amadeo de Lausana (1110-1159) señala que María, la Esposa, Madre del Esposo, fue llevada al cielo.

El Papa Pío XII en 1950, ante la petición de muchos creyentes, proclamó el dogma de la Asunción de María, en cuerpo y alma, a los cielos, con estas palabras: "La Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste".

Ya desde ahora es María nuestra esperanza en esta vida no exenta de problemas y peligros. Invoquémosla para mantener y acrecentar la fe en Jesús, el único Salvador. Celebremos con alegría esta fiesta de su Asunción al cielo, preludio de su Coronación al final de los tiempos como Esposa de Jesús, el Rey del universo para gloria de Dios Padre y de la Rúaj Divina.