Rescate del primer templo católico de Bolivia

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Después de esperar por más de una década, el templo colonial "San Ildefonso" de Paria, por fin fue rescatado y restaurado en toda su magnitud, considerado como la primera edificación católica de Bolivia, es un importante patrimonio arquitectónico para el país y se encuentra a pocos minutos de la ciudad de Oruro.

Esta edificación está ubicada a 23 kilómetros de la ciudad de Oruro, considerada por los historiadores como el primer templo colonial, tiene 483 años de antigüedad, basados en la investigación de varios historiadores, que ubican su data en el año 1535, por lo que es declarado como Monumento Nacional, dispuesto por Decreto Supremo 08171 del 7 de diciembre de 1967.

La normativa menciona en su artículo 2 que las iglesias parroquiales de Paria, Corque y las iglesias de Yarvicoya, Sora Sora, Sepulturas, Caracollo, el convento de San Agustín de Challacollo, el Santuario de Nuestra Señora de Sabaya y el pueblo y parroquia de los Chipayas son monumentos nacionales.

Debido a la fundación de Chuquisaca en 1538 y el hallazgo de las ricas vetas en el cerro de Potosí, hicieron perder a Paria su prioridad e importancia, como ciudad en la región de Charcas.

En 1559, pasadas las guerras civiles, se fundó en Paria un convento de agustinos. La base para esto fue la donación y concesión de un patronazgo por parte del encomendero del lugar, Lorenzo de Aldana, este fue uno de los soldados que más había intervenido en las guerras de la década anterior.

No está muy claro si la cabeza del convento se colocó en Paria, ya que algunos investigadores señalan que el convento comprendía cuatro doctrinas: Paria, Challacollo, Toledo y Capinota.

De acuerdo a las disposiciones de Lorenzo de Aldana, los conventos debían pagar un impuesto grande, era tan alto que en determinado momento los religiosos tuvieron que abandonar las doctrinas, conservando el convento, esto aproximadamente en el año 1584 hasta 1607 en ese año, por deseo del Virrey Montes Claros las volvieron a tomar. No se sabe cuándo dejaron los agustinos el convento de Paria, ni tampoco si la edificación actual que existe en el pueblo, corresponde a la fundación Agustina.

El templo pasó por diferentes épocas sufriendo algunas intervenciones, pero según se encuentra una placa en el muro de ingreso de la edificación, se puede leer el nombre del primer constructor, quien fue Juan Flores, puesto que el tallado en piedra dice: "ESTA YGLESIA HISO JUAN FLORES", seguros que la pieza data del siglo XVI.

El arquitecto responsable de la restauración de la iglesia, Fidel Cossío, pudo hacer varias referencias históricas de las intervenciones que sufrió la construcción colonial, explicando que la misma fue víctima de varios atentados, siendo los más graves en la guerra independentista, que derivó en la quema del retablo que estaba hecho con pan de oro, al igual que los artesonados, que desaparecieron de una manera criminal.

Una pieza de mármol hace referencia que los trabajos de reedificación iniciaron el 5 de octubre de 1858, cumpliendo posteriormente trabajos de refacción que hicieron perder varios detalles coloniales, pero manteniendo la estructura y varios elementos originales.

Una de las partes más dañadas fue la cubierta, a la que se revalorizó con artesonados del siglo XVI, a un principio presentó tejas removidas y sus armaduras con mucho deterioro, piezas removidas, fracturadas y pandeadas, para restaurar esta estructura se tomó como base la primera construcción, revalorizando la historia de la misma, pero previendo a que dure en un futuro, con una construcción de cubierta doble.

También se recuperó a través de un tratamiento lítico, las portadas que son talladas en piedra, que tiene decoraciones de vegetales y zoomorfos, características que pueden tener una data del siglo XVIII.

El piso del templo se encontraba en condiciones deplorables, se veían maderas mal colocadas, cubriendo el piso original, que era ladrillo artesanal y basándose este hallazgo, reconstruyeron el nuevo.

Algo que exigió bastante a la restauración, fue la torre, puesto que, durante varios años no se tenía una construcción acorde al diseño original, porque la misma se derrumbó en diferentes oportunidades, pero en base a fotografías y diversa documentación, se propuso la reposición de un edificio de tres cuerpos, con una cúpula, linterna y remates.

Además, se rescataron lo que denominaron como "valores perdidos", como acabados, pintura mural, molduras e imágenes de santos.

El informe técnico especifica que el trabajo de restauración estuvo a cargo de la empresa Ingeniería, Diseño y Construcción "Indico", bajo la supervisión de la Consultora y Construcciones Núñez del Prado y la fiscalización la realizó el Municipio de Soracachi.

En el contrato inicial que se firmó en 2016, la obra debía concluirse en 440 días, pero después de contratos modificatorios, por abandono de otras empresas, además de encontrar bastante daño estructural y el rescate de las piezas artísticas, la empresa culminó con tres ampliaciones en un total de 648 días calendario.

De la misma manera, la obra contaba con un presupuesto inicial de 2.425.752 bolivianos, a lo que se incrementó 10.538 bolivianos, concluyendo la obra con un total de 2.436.290 bolivianos.

La entrega de esta obra estuvo a cargo del gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, que recomendó a los pobladores cuidar este patrimonio de todos los bolivianos y trabajar en recuperar la importancia que tenía esta región.

Por su lado, los residentes de Paria, tienen la certeza de que este es un primer paso para recuperar la "gloria" de lo que fue este pueblo, para ello se busca el apoyo de todas las autoridades y crear un plan de recuperación, principalmente, de las tradiciones que tenía esta población.