Loading...
Invitado


Domingo 19 de agosto de 2018

Portada Principal
Revista Dominical

Simón I. Patiño y la Universidad Técnica de Oruro

19 ago 2018

Por: Marlene Durán Zuleta - Poeta, escritora, compositora e investigadora de la cultura orureña

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

La perseverancia es la impronta que debe seguir el hombre, don Simón I. Patiño, ha motivado a escribir y describir todos los trazos que transcurrió, escollos, arengas, poder. Su compañera de vida, llegó a ser sentido de su otredad, exordio de fe y esperanza.

Juntos, en ese afán de sostener un recurso, capricho que permitió el hallazgo del venero, canonizó sus sueños y alcanzaron la cima. Fue, Uncía el espacio iluminado, la veta convertida en filones puros que la naturaleza le concedió, que motivaron su ascenso como empresario minero. La Salvadora, nombre del argentífero, influyó su destino, episodio de acontecimientos, riqueza, afectos y reflexiones.

Esa muestra de aporte que dejó a pesar del tiempo transcurrido, no ha cerrado su existencia, prosigue la línea extendida, condensada en la red de incontenible lectura y cultura a través de sus descendientes, donde personas de todas las edades acuden ansiosas por comunicarse con los libros, una gran sed de lectura, la música desde la armonía que tienen fuerza nos enmudece, la pintura crea belleza, los y las poetas declaran y aclaran sin tiempo de confusiones, amor por la vida, la naturaleza abierta al hombre, resumida en el paisaje largo y bondadoso que se presenta ante nuestros ojos, Pairumani.

El éxodo de frecuentes y prolongadas ausencias de don Simón I. Patiño, las largas estaciones en Europa no pasan desapercibidas, dicho sea, entre paréntesis, tenía todo derecho, aquí comienza la historia para que sus bienes sean transferidos. La Junta Militar presidida por el Gral. Alfredo Ovando Candia, el 9 de febrero de 1966, emitió el Decreto Supremo No. 07500, disponiendo la expropiación y transferencia del Edif. Albina Rodríguez de Patiño, para la Facultad de Derecho. Fue durante la gestión del Rector Dr. Julio Garrett Aillón y el Dr. Félix Maure Vargas como Decano de la Facultad de Derecho. Hoy este edificio ocupa eventualmente la carrera de Comunicación Social.

INMUEBLE DE DON SIM?N I. PATI?O

Viene nítidamente a mi memoria, cuando precisamente esta morada de don Simón I. Patiño, fue ocupada por jóvenes universitarios. Casi a dos cuadras de estos acontecimientos, pasábamos clases en lo que hoy es Tropical Chicken, ahí era USIS, nuestras clases de inglés transcurrían con normalidad cuando súbitamente apareció la directora, la distinguida Maestra Miss Sara Henrich seguramente evaluó ese delicado instante, que pasaba el país ¡Un golpe de Estado! Ella, progenitora al fin y al cabo recomendó que fuéramos directamente a nuestros domicilios, sin embargo, al salir observé a un hombre correr con una silla, perdiéndose en la subida hacia la calle Junín. Nunca más volvimos al Centro Boliviano Americano, porque se cerró.

Después de tantos años y desconocimiento para la sociedad orureña, ¡cómo pasó esta residencia a pertenecer a la Universidad Técnica de Oruro!, descubro a los alumnos ya longevos, autores de esta transferencia del bien de don Simón I. Patiño a la Universidad Técnica de Oruro. Precisamente al rememorar los 47 años, en mayo del año que transcurre, este espacio fue escenario para que los exuniversitarios convocados, sean distinguidos y reciban una plaqueta y Resolución, signo de reconocimiento por voluntad de las actuales autoridades universitarias.

LOS INMUEBLES Y LAS FINANZAS

Las ciudades de Oruro, La Paz y Cochabamba, fueron favorecidas con edificios de Bancos pertenecientes al Barón del Estaño. Los dos primeros solidarios conservan la estructura original, lucen esplendorosas. Lo que concierne a nuestra ciudad otrora denominada "Patrimonio" e iluminada exteriormente como símbolo de su historia, a partir de hoy será vista como la penumbra.

La casa de Simón I. Patiño, dividida en dos partes, la primera convertida en "Museo" dependiente de la Universidad Técnica de Oruro y la otra mitad, primero funcionó como Banco Mercantil de Patiño, después como Banco Popular del Perú, finalmente terminó en el Banco de Crédito de la misma entidad. Este inmueble nunca debió dividirse, su estructura interna cuenta con nexos, y tiene una bóveda.

La otra mañana ante un ruido poco usual descubrí las ventanas del ex Banco, (lado Museo Patiño), abiertas y sin protección adentro unos hombres derrumbaron paredes a punta de combo, martillo y otros instrumentos para destruir. Está como velo que protege de afuera, por dentro agraviada, sin hilos que narren la división de muros, ni compartir el suelo otrora liso, hoy agrietado y en otros sitios viéndose la misma tierra. Al fondo de la abertura se aprecia una ventana que llamó mi atención, no forma parte de la demolición, sin embargo, ahí está muda, con barrotes que la protegen, irónicamente es la ventana de la capilla del Museo Simón I. Patiño.

Desconocemos en lo que vaya a convertirse ese bien, al ser transformado en lo que fuera, significa la pérdida de un patrimonio, que protegió la sociedad orureña, sin embargo, salta la evidencia del interés económico. La sorna es que todavía las luces moradas iluminan por fuera.

INTENTOS DE COMPRA

En la gestión del ingeniero Pablo Zubieta como Rector existió la oportunidad de adquirir ese hábitat en calidad de compra, se logró avanzar, instruyendo realizar un Proyecto Cultural. Concluyó su mandato y quedó a medias. Coincidentemente posesionado como Rector interino el Ing. David Emilio Ismael Rojas, del mismo modo prosiguió los trámites, fueron tiempos de espera, una serie de vicisitudes. Dejó todo dispuesto para que la nueva autoridad prosiga con un último y necesario detalle, sin embargo, algo debió acontecer y quién se posesionó, no logró ese objetivo. A pesar de esos extremos, existía un resquicio de esperanza.

RECONOCIMIENTO

En la sentencia de la escultura de Themis, es justo realzar y reconocer, cuando el que labra una noble acción, deja el legado para la posteridad, probablemente no sea proporcional, sin embargo, es imperecedero. Desde 1958 cuando se creó la Fundación Simón I. Patiño en Ginebra-Suiza, los herederos del barón del estaño prosiguen apoyando y aportando, es decir, continúan al momento haciéndolo y los responsables de dirigir cotidianamente esta importante institución en nuestro país, consolidan su aporte de trabajo, compromiso que favorece a quienes comparten venas culturales y todo lo relacionado a la ecología, lo que el hombre plantea como necesidad de proteger el planeta, el personal que presta servicios en Pairumani, ha comprendido y ha encontrado el hilo de vivir y convivir con la naturaleza, preservar la belleza terrenal a través de los jardines muy bien cuidados, los granos y los animales.

LAZOS DE UNIDAD

El Museo "Simón I. Patiño" dependiente de la Universidad Técnica de Oruro, y el Espacio Patiño de la ciudad de La Paz es indisoluble, entre ambas existe un lazo de comunicación, lo que hace posible conservar ese fondo rico de bienes.

Esta casa diseñada y construida con características de ser única, existen otras mansiones como el Centro Portales y Villa Albina Patiño en Pairumani, ninguna edificación es igual, todas poseen una virtud son originales, impares. En este museo dependiente de la Universidad Técnica de Oruro, su espíritu debe recorrer esta morada que fue suya, aquí vivió y compartió su tiempo, con sus seres queridos y una sociedad que precedentemente sabía del testimonio de su opulencia, por esa razón fue conocido como Rey del Estaño.

DOCUMENTOS

Hoy esta casa convertida en Museo, fue centro para dirigir los puntos cardinales de su posición por la pulcra contabilidad de la Empresa Minera La Salvadora. No llegó a concretarse el "Proyecto: Construcción de un ferrocarril de Cochabamba al Río Isiboro, elaborado por Orenstein y Koppel - Arthur Koppel S.A. por cuenta de don Simón I. Patiño", simplemente por capricho de autoridades y algunos vecinos que no querían que lleve el nombre Albina Patiño, quedando en papeles.

Y allí están los tomos de planos minuciosamente elaborados, del ansiado Proyecto de contar con un ferrocarril, y el denominativo variante de Puerto Patiño-Mamoré, que tendría Km. 172,00 - km 267,00. Escala 1:2000, con seguridad los entendidos en esta variable han de comprender esa propuesta.

PINACOTECA

En la década de los años 80, la Pinacoteca de Arte Colonial sufrió un cuantioso robo, según inventario sustrajeron 19 obras, adquiridas por don Simón I. Patiño. Sin embargo, aún existen pinturas de arte sacro.

Asimismo, la Universidad Técnica de Oruro, ha ido acumulando arte contemporáneo boliviano, a través de convocatorias a concursos, cuyos resultados de obras premiadas, pasaron a depender de este Museo, una muestra de reconocidos pintores orureños, como Agnes Ovando Sanz de Franck, con su obra: Locomotoras 820 central, Gustavo Lara: Andinos, Paisaje de Chiripujio, Magda Arguedas con Autorretrato y Paisaje Orureño, Miguel Alandia Pantoja con Diablo, José Rovira con Alegórico, Alberto Medina con Procesión, Meditando en el Espacio, Autóctona, Eduardo Ibáñez: Dique y Estalactita, Botellas, Guillermo Moscoso, Joven Uru, de Erasmo Zarzuela, Inti Raymi, Valerio Calles con Supay entre otros y un número considerable de cuadros que dejaron artistas plásticos bolivianos y extranjeros en calidad de donación.

DONACIONES

A este espacio, también se ha incrementado 59 fotografías, relacionadas al desarrollo urbanístico de la ciudad de Oruro, desde 1907. Entrega realizada en calidad de donación, por la Dra. Bertha Portillo Lazcano (+), el 21 de abril de 1988.

CARROZAS

Con vocación de difundir estos valores materiales expuestos en este sutil y magnífico Museo "Simón I. Patiño", de la Casa de la Cultura de la Universidad Técnica de Oruro, (sin duda deben preservarse), recorremos esta casa, construida con mucha delicadeza, aquí todo es impar, como las tres lujosas carrozas de origen francés, fabricadas por la firma J. Rothschild & Fils, cada una lleva el sello: Simón I. Patiño. Una era de uso exclusivo de doña Albina, la segunda fue utilizada para viajes largos, por lo mismo usaban ruedas de hierro, con faroles y descapotable, puede observarse que en su interior existen compartimientos delicadamente utilizados para trasladar dinero, finalmente la tercera fue bautizada como "El Mosquito" usualmente solía ser para diligencias. Se ha podido verificar que sólo este museo, posee este tesoro.

ILUMINACI?N, ARMONÍA E INSTRUMENTOS MUSICALES

Las arañas de cristal de roca cuelgan desde la entrada principal, en el Gran Salón luce una incomparable pieza luminaria, bañada en oro, con ocho focos en forma de vela, en el comedor y en la sala de armas, se aprecian en bronce y cristal de roca, en esta última, el detalle es que está bañada en pan de oro.

El salón principal, es centro de música, convida a meditar sobre la riqueza que encierra este espacio, se oye y se ve el movimiento del orquestón, que funciona abiertamente, es algo inusitado, varios instrumentos en funcionamiento al mismo tiempo completan la melodía, también avivan y resaltan dos pianos, uno alemán y otro francés estilo Luis VI, una pianola que funciona con rollos ya escrito de partituras, un banjo marca Gibson norteamericano de 5 cuerdas y un violonchelo "Stradivarius".

Los retratos pintados al óleo, expuestos de doña Albina y Simón I. Patiño, de la misma factura de Abelino Nogales, también están en el comedor del Espacio Portales de la ciudad de Cochabamba.

En realidad, si se tendría que hacer una descripción de todo lo que contiene, por el emporio de muebles, adornos, fotografías, pinacoteca, hemeroteca, y otros importantes documentos, sería interminable de registrar, sin embargo, existe un inventario que avala la permanencia de estas joyitas.

EDICI?N FOTOGRAFÍAS Y RUTA PATI?O

El tiempo ha permitido extender centros dependientes de la Fundación "Simón I. Patiño", en esta escala ha ascendido, porque promociona, difunde y actúa desde la salud, educación y nutrición, a las ciudades de Cochabamba, La Paz, El Alto y también Santa Cruz donde acertadamente todos se dosifican del denominativo "Difusión y Promoción Cultural".

Oruro, no queda al margen, en marzo del 2015, fuimos anfitriones en la Casa de la Cultura "Simón I. Patiño" y la distinguida Lic. Michela Pentimalli, directora de la Fundación "Simón I. Patiño" presentó el valioso libro "Fotografías para la Historia" e Inauguración de la Exposición (Simón I. Patiño: estaño y vida cotidiana, 1900-1930), con retratos del ayer, cuyos negativos se encontraban sobre placa de vidrio. Son varios los autores y el profesionalismo de restauración y digitalización por Vassil Anastasov, permite visualizar estos innumerables e irrepetibles momentos de trabajo, de prosperidad y familia.

La Casa de la Cultura "Simón I. Patiño", dependiente de la Universidad Técnica de Oruro, anualmente realiza los tours denominados: "Por las rutas de Patiño", para mostrar a través de estos viajes, la historia del barón del estaño, antes el periplo era: Oruro, Machacamarca, Llallagua-Uncía, por iniciativa del Lic. Edwin Villazón, este año ha extendido al Centro Pedagógico y Cultural "Simón I. Patiño", de la ciudad de Cochabamba, a la Granja Modelo, Centro de Semillas y la Residencia "Albina Patiño" en Pairumani, dicho sea de paso que ahí se encuentra el mausoleo, donde Simón I. Patiño y Albina Rodríguez de Patiño, están enterrados. También se observa tres enormes campanas que representan a las hijas: Graciella, Elena y Luz Mila Patiño.

NEXO Y COLABORACI?N

Sin resquemor puedo afirmar que don Simón I. Patiño, a través de su descendencia, tiene nexos con Bolivia y está alerta a las diferentes necesidades de cultura, educación, agricultura, ecología. Ello se ve nítidamente a través de los informes de actividades que anualmente publica y difunde la Fundación "Simón I. Patiño".

La Universidad Técnica de Oruro, tiene razones para compartir el legado (fotografías), que dejó don Simón I. Patiño, precisamente la Lic. Michela Pentimalli, amplía en el concepto de colaborar, cuando existen publicaciones, enriquece la biblioteca del Museo "Simón I. Patiño", deposita importantes publicaciones como fue hace un par de meses cuando entregó valiosos libros: "Bolivia Lenguajes Gráficos" en tres volúmenes y "Bolivia el Camino de la Escultura".

Esa relación indisoluble por el tiempo, ha de seguir permitiendo que el Alma Máter y la ex vivienda de don Simón I. Patiño, hoy convertido en conocido y reconocido Museo "Simón I. Patiño", siga revelando su historia interminable de vida y circunstancias de riqueza que le deparó el destino.

ANTIGUOS EGRESADOS

Precisamente, cuando se creó la Escuela de Minas en Oruro en 1903, motivó que las primeras especialidades de titulación como: agrimensores, técnicos de minas y ensayadores fueran a trabajar a Uncía, Llallagua, Huanuni. Adolfo Siles fue el primer titulado, defendió su tesis como Ingeniero de Minas a nivel nacional, en 1920. Hubo espontaneidad de algunos Ingenieros extranjeros que don Simón I. Patiño había contratado desde sus lugares de origen como el Ing. Hans Block Burhaus de Turingia Stassfurt (Alemania), como gerente general en la exploración y explotación de la mina Siglo XX y la construcción del Ingenio de Catavi, en 1917. En 1951, el Ing. Block Burhaus fue elegido Decano de la Facultad Nacional de Ingeniería. Precisamente en mérito a su trabajo, el edificio administrativo en la ciudad universitaria lleva el nombre de Hans Block.

EL MUSEO

Volviendo la mirada a estos bienes, nadie está marginado de recorrer estas escalinatas y desplazarse por todos los ambientes que guardan comunión por sus ex dueños, donde imaginariamente somos recibidos por el notable personaje de don Simón I. Patiño, junto a la escultura del negrito que dulcemente aguarda todo el tiempo, en este MUSEO revelación, uno de los mejores de nuestro país.

Que la voluntad de la Fundación "Simón I. Patiño" de beneficiar en el campo cultural, se extienda hasta este Museo del mismo nombre, ahora pertenecientes a la Universidad Técnica de Oruro. Proseguiremos perpetuando la memoria de estas reliquias y belleza en la historia del barón del estaño.

Bibliografía

Archivo UTO.

Museo Simón I. Patiño

Hacienda Albina Patiño

Archivo histórico FNI

Fotografía homenajeados:

Bocamina Año 8 No. 66

Para tus amigos: